Antonio Angl¨¦s el gran ausente
Antonio Angl¨¦s ronda ahora la treintena si no se ahog¨® en las fr¨ªas aguas de Irlanda, como sostienen algunos, o si no fue asesinado para cerrarle la boca, seg¨²n otros. Numerosas personas creen haberle visto desde que la Guardia Civil perdi¨® su pista en Minglanilla (Cuenca) d¨ªas despu¨¦s del hallazgo de los cuerpos de Miriam, Antonia y Desir¨¦e.Suram¨¦rica ha centrado las pesquisas de la Guardia Civil en las pocas ocasiones en que los datos parec¨ªan veros¨ªmiles, Al sumario se aport¨® hace poco un segundo informe de Interpol sobre la presencia de Angl¨¦s en el City of Plymouth, barco que le llev¨® supuestamente a Irlanda desde Lisboa en marzo de 1993. El documento afirma que la tripulaci¨®n y el capit¨¢n no le reconocen como el poliz¨®n que se lanz¨® al mar en aguas francesas y fue rescatado antes de tirarse otra vez por la borda en Dubl¨ªn.
Angl¨¦s estaba en busca y captura cuando presuntamente cometi¨® el triple asesinato. Los restos de un volante m¨¦dico, a nombre de su hermano Enrique, hallados junto a la fosa donde fueron enterrados los tres cad¨¢veres le delataron. Condenado en varias ocasiones por receptaci¨®n, tr¨¢fico de drogas y retener y torturar a una ex novia, no regres¨® a prisi¨®n tras un permiso carcelario. Fr¨ªo, calculador y violento, como le describen hasta algunos de sus familiares, que sufrieron su crueldad, atrac¨® varios bancos en compa?¨ªa de Miguel Ricart, El Rubio.
El ¨²nico detenido por los asesinatos afirma que tem¨ªa a Angl¨¦s, pero tambi¨¦n se ha burlado de ¨¦l porque esperaba sentado en el coche hasta que sus compinches sal¨ªan de los bancos con el bot¨ªn. Hu¨¦rfano de madre desde los tres a?os, Ricart se distanci¨® pronto de su padre, con el que no ha tenido ning¨²n contacto desde que ingres¨® en prisi¨®n. Tras dejar los estudios, se alist¨® en la Legi¨®n y tuvo algunos trabajos temporales hasta que se uni¨® a Angl¨¦s, su proveedor de droga, y su familia.
Ricart comparte celda carcelaria con Juan Rodergo, conocido como el violador del Campanar, con el que apenas se habla.
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