Asignatura pendiente

La investigaci¨®n honrada de la historia puede ofrecer descubrimientos que invitan a reflexionar, como ha visto el Gobierno americano en su informe sobre el oro robado por los nazis y su redistribuci¨®n posterior a la guerra. Ninguna naci¨®n sale ilesa, ni Estados Unidos, y alguna queda deshonrada. Es triste, pero no sorprendente, descubrir que la moralidad y la justicia, especialmente ante la obligaci¨®n internacional de cuidar a los supervivientes del holocausto, fueron sacrificadas oportunamente cuando se dividi¨® el oro tras la guerra. Solucionar este fallo, como se?ala el informe, es la asignatura pendiente de la II Guerra Mundial. La extraordinaria indagaci¨®n que ha supuesto la desclasificaci¨®n de casi un mill¨®n de p¨¢ginas fue iniciada por Bill Clinton, despu¨¦s de que Suiza rechazara con frialdad a los jud¨ªos que buscaban recuperar el oro y otros objetos que sus familias hab¨ªan depositado en los bancos suizos antes de la guerra. ( ... ) Las v¨ªctimas de este error fueron los supervivientes del holocausto y otros a los que la guerra dej¨® sin patria ni hogar. ( ... ) El oro, que deb¨ªa haber servido para ayudar a la gente por medio de programas de ayuda y consuelo a los damnificados, acab¨® en las cajas fuertes del Gobierno de EE UU y de Europa-donde permanece en parte. ( ... ) Es tarde para redimir las culpas, pero deber¨ªan hacerse todos los esfuerzos para devolver el oro y sus recuerdos a aquellos que presenten una petici¨®n leg¨ªtima