El juez env¨ªa el 'caso Urigoitia' al Supremo tras hallar indicios contra Barrionuevo

El juez de San Sebasti¨¢n Justo Rodr¨ªguez ha enviado al Tribunal Supremo el caso sobre la supuesta manipulaci¨®n de pruebas tras la muerte de la et4rra Luc¨ªa Urigoitia en 1987 para que declare "como imputado el ex ministro del Interior Jos¨¦ Barrionuevo". Seg¨²n informa hoy el diario El Mundo, el juez entiende que Barrionuevo, como m¨¢ximo responsable de Interior en aquel momento, "deb¨ªa conocer o estar al corriente" de dicha manipulaci¨®n. Si el Supremo estima los argumentos del juez, tramitar¨¢ ante el Congreso el suplicatorio para que el ex ministro socialista, hoy diputado, declare en esta causa.

En el auto emitido por el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de San Sebasti¨¢n se fundamenta la remisi¨®n a la sala Segunda del Supremo en que resulta "necesaria para el esclarecimiento y comprobaci¨®n de los hechos denunciados la declaraci¨®n como imputado del ex ministro del Interior". El Tribunal Supremo es quien tiene la competencia en los sumarios en los que haya personas aforadas involucradas. Barrionuevo goza de este fuero especial por su condici¨®n de diputado en las filas del PSOE.El juez fundamenta los indicios contra el ex ministro en el resultado de las diligencias ya practicadas, "especialmente de' la declaraci¨®n de Luis Rold¨¢n", y en el contenido de la "nota informativa del Cesid, ahora desclasificada". Seg¨²n el auto, de dichas diligencias "se infiere, habida cuenta de que [Barrionuevo] ostentaba la m¨¢xima responsabilidad en dicho ministerio [del Interior], al menos deb¨ªa conocer o estar al corriente de las alteraciones o manipulaciones de los instrumentos y piezas de convicci¨®n del delito que se relatan en el mencionado documento".

Manipulaci¨®n

La nota del Cesid a la que se refiere el juez recoge la manipulaci¨®n de pruebas en la muerte de la etarra, fallecida en un enfrentamiento con la Guardia Civil el 23 de julio de 1987 tras un asalto de agentes del instituto armado al piso que ocupaba la activista con otros compa?eros del comando Donostia en la localidad guipuzcoana de Pasaia.

El documento en cuesti¨®n relata que un capit¨¢n de los Servicios Especiales de la Guardia Civil manipul¨® unos casquillos de bala y el ca?¨®n de la pistola que empu?aba la etarra para hacer creer que Luc¨ªa Urigoitia hab¨ªa disparado contra un agente antes de caer abatida. Tan s¨®lo dos d¨ªas despu¨¦s del suceso, el 25 de julio, EL PA?S titulaba: "La etarra muerta recibi¨® un tiro en la nuca a bocajarro".

El documento del servicio secreto, desclasificado recientemente junto con otros 12 papeles del Cesid tras una sentencia del Supremo, terminaba diciendo: "Esta informaci¨®n parece ser que es conocida por el presidente del Gobierno, el ministro del Interior, Rafael Vera y alguna persona m¨¢s". Sin embargo, en el auto enviado al Supremo por el juez donostiarra no se hace referencia alguna a Felipe Gonz¨¢lez.

El auto del juez hace referencia tambi¨¦n a las declaraciones del entonces director de la Guardia Civil, Luis Rold¨¢n. Seg¨²n recoge el escrito, del juez, Rold¨¢n declar¨® ante ¨¦l que Barrionuevo le telefone¨® explic¨¢ndole que "hab¨ªa habido alg¨²n problema" en la acci¨®n de la Guardia Civil en la que muri¨® Urigoitia. Seg¨²n se explica en el auto, Rold¨¢n dijo que "hubo una reuni¨®n en la casa del ministro ( ... ) y ¨¦ste le dijo que se les hab¨ªa ocurrido hacer un v¨ªdeo reconstruyendo los hechos".

Otro de los testimonios que recoge el auto es el del abogado Jorge Argote, que afirm¨® que "hubo que entrar en el juzgado para sustituir unos casquillos y un chaleco antibalas y luego tuvo que volver a entrar porque estaba todo correcto".

El ex ministro Jos¨¦ Barrionuevo ya figura como imputado en el sumario abierto por el secuestro de Segundo Marey, primera acci¨®n que se atribuyeron los GAL.