Hombres y m¨¢quinas
Ahora, tras la derrota de Gari Kasp¨¢rov frente a la inhumana Deep Blue, se dice: ?la m¨¢quina ha derrotado al hombre! ?Se ha conseguido crear una m¨¢quina inteligente, capaz de pensar antes de caer en una celada!En realidad, la m¨¢quina -particularmente en el incre¨ªble mundo de la inform¨¢tica- hace mucho tiempo. que derrot¨® al hombre en innumerables cuestiones que no viene al caso citar, de tantas como son. Lo que ha pasado ahora con Deep Blue (y que habr¨ªa ocurrido ma?ana, de no haber sido hoy, o en cualquier otro momento) es muy sencillo: se le han introducido tantas y tantas partidas magistrales de ajedrez; tantas y tantas variables, sacadas unas de la l¨®gica y otras de la experiencia..., que resulta materialmente imposible que en el transcurso de una partida cualquiera pueda darse una situaci¨®n nueva, ante la que la m¨¢quina se vea en la imposibilidad de dar la respuesta adecuada. De hecho, cuando as¨ª ha ocurrido, el hombre ha salido airoso del trance.
Por tanto, los t¨¦rminos de este singular duelo estaban planteados as¨ª: ?habremos conseguido, por fin, meter en la prodigiosa memoria de Deep Blue el n¨²mero de variables necesarias como para tener respuesta a cada situaci¨®n o tendremos que esperar hasta el a?o que viene?
Personalmente me siento aliviado ante la derrota de Gari Kasp¨¢rov. Y seguro que ¨¦l tambi¨¦n se sentir¨¢ a partir de ahora mucho m¨¢s feliz. Ya no tendr¨¢ que seguir sufriendo en el dif¨ªcil papel de ser el ¨²ltimo hombre que intentaba mantener el pabell¨®n humano por encima del de la m¨¢quina.
Demostrado, pues, que la inform¨¢tica aplicada al ajedrez ya est¨¢ por encima de nuestra limitada memoria y de nuestra humana resistencia, volvamos a poner los pies en la Tierra y sigamos compitiendo entre nosotros mismos, como sucede en el resto de los deportes y actividades.
En cuanto a lo del hombre derrotado por la m¨¢quina, creo que cuando de verdad seremos inferiores a ellas y probablemente quedemos al borde de la extinci¨®n ser¨¢ el d¨ªa en que las m¨¢quinas se construyan a s¨ª mismas en una especie de gestaci¨®n incontrolada. O bien el d¨ªa en que el hombre mismo se convierta en m¨¢quina-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.