Minor¨ªa blanca frente al aro
Los jugadores blancos se han convertido en una 'rareza' en la NBA
Matt Gelger es un p¨ªvot de 2,13, largirucho y con perilla, de los Hornets de Charlotte, de la NBA, un jugador medio que act¨²a con un ardor temerario. Esta noche, en el ambiente jocoso de los vestuarios de su equipo, es un blanco predilecto para las bromas de despu¨¦s del partido.Un compa?ero de equipo pinta en la pizarra un monigote con cara de borracho. "?Es Geiger!", vocifera un jugador con aprobaci¨®n. "Tienes que ponerle ojos grandes", pide otro jugador al artista. Los dem¨¢s se unen y el base Muggsy Bogues observa que Geiger se est¨¢ poniendo los pantalones sin ropa interior. "?No lleva calzoncillos!", exclama Bogues, parti¨¦ndose de risa. Geiger hace caso omiso de las bromas de sus compa?eros negros porque est¨¢ muy ocupado en describir c¨®mo es cuando uno es blanco en la NBA. "S¨ª, hay algo de co?a", dice Geiger, uno de los dos blancos de los 12 hombres en la plantilla de los Hornets, "pero todo es sin mala intenci¨®n".
Geiger es una rareza: un blanco que intenta encajar entre los negros que dominan su profesi¨®n. En 1957, el 93% de los jugadores de la NBA eran blancos. Hoy, en la temporada del 50? aniversario de la NBA, alrededor del 80% son negros. Es una circunstancia nada habitual en la mano de obra en EE UU: blancos como minor¨ªa en un negocio que paga altos salarios y seguido con atenci¨®n por la opini¨®n p¨²blica. Normalmente, son los negros u otras minor¨ªas los que deben adaptarse a las normas de un lugar de trabajo mayoritariamente blanco.
La celebraci¨®n de los 50 a?os desde que Jackie Robinson entr¨® a formar parte de la liga profesional de b¨¦isbol ha despertado un renovado inter¨¦s en las cuestiones raciales en el deporte. Y la NBA es un fascinante laboratorio para analizar c¨®mo les va a los blancos en un gremio selecto predominantemente negro.
"Esa igualdad no se da entre los directivos", se?ala Grant Hill, el alero de los Pistons de Detroit. "De modo que no controlamos realmente el juego".
Para muchos jugadores blancos, la NBA es un buen lugar para hacerse con una comprensi¨®n m¨¢s profunda del problema racial. "Es una gran experiencia para un jugador blanco en la NBA, porque se ve la vida a trav¨¦s de los ojos de otra gente", dice Steve Kerr, un especialista del tiro de tres puntos con los campeones de la NBA, los Bulls de Chicago. "Ves c¨®mo es ser la minor¨ªa en algunos momentos".
Geiger a¨²n recuerda una ocasi¨®n en que sali¨® de compras con dos ex compa?eros de los Heat de Miami, Keith Askins y Bimbo Coles -ninguno de ellos una estrella conocida-, en la que los dependientes trataron a los jugadores negros como si no existieran. "Estar all¨ª, ver la expresi¨®n de su cara y hablar sobre el tema con ellos m¨¢s tarde ese d¨ªa te hace comprender c¨®mo son las cosas", afirm¨® Geiger.
Pero los jugadores blancos tambi¨¦n son conscientes de que se mueven en un entorno poco habitual. "En el mundo real no vas a encontrarte con 12 t¨ªos -10 negros y dos blancos- que viajan juntos siete y ocho meses al a?o", se?ala Scott Brooks, el ¨²nico jugador blanco de los Knicks de New York. "Hacemos todo juntos". Kerr a?adi¨® que, tambi¨¦n "vivimos en una especie de comunidad ut¨®pica en la que a todo el mundo le va bien econ¨®micamente. Y no hay el mismo tipo de resentimiento y competici¨®n racial que abunda en el mundo laboral".
Jon Barry, un base reserva de los Atlanta Hawks, es uno de los cinco Barrys que se han convert¨ªdo en estrellas de baloncesto. Su padre, Rick, que entr¨® en el Hall of Fame, fue uno de los 18 blancos elegidos por la NBA entre sus 50 mejores jugadores. Pero cuando se le pregunt¨® acerca de la situaci¨®n de los jugadores blancos en la liga, el m¨¢s joven de los Barry respondi¨®: "?Se refiere a la especie en extinci¨®n?". S¨®lo cuatro jugadores blancos estaban entre los 24 que aficionados y entrenadores escogieron para jugar el partido de las estrellas. Ning¨²n jugador blanco acab¨® la temporada regular entre los 15 mejores anotadores o entre los 10 mejores reboteadores. S¨®lo uno -John Stockton, el base de los Jazz de Utah -figuraba entre los 20 mejores en el apartado de asistencias.
?Por qu¨¦ ha descendido tan notablemente el n¨²mero de jugadores blancos?
"Tal vez por haber m¨¢s negros en la liga; muchos de ellos son chavales de los barrios desfavorecidos y eso es todo lo que hacen", afirm¨® John Barry. "Pienso que quiz¨¢s los tipos de los barrios acomodados o los blancos tienen m¨¢s cosas que hacer. En un gueto, esos t¨ªos se pasan jugando a la pelota desde las 9 de la ma?ana hasta las de la noche". Esta explicaci¨®n no es v¨¢lida para jugadores como Hill o Denis Scott, negros que se criaron en barrios acomodados, pero s¨ª es la interpretaci¨®n sociol¨®gica m¨¢s com¨²n.A Wes Unseld, director general de los Bullets, se le hace la cl¨¢sica pregunta sobre la discriminaci¨®n positiva que a menudo se hace a los negros en el mundo laboral: Si tuviera que elegir entre dos jugadores de la misma capacidad que juegan en la misma posici¨®n y no tuviera jugadores blancos en la lista, ?elegir¨ªa al jugador blanco? "Creo que habr¨ªa que pens¨¢rselo", contesta Unseld, que es negro. "Podr¨ªa decir que no lo escoger¨ªa, pero estoy seguro de que lo har¨ªa".
En 1980, Ted Stepien, por entonces propietario de los Cavaliers de Cleveland, manifest¨® p¨²blicamente el rumor muy extendido de que mantener un cupo de jugadores blancos en los equipos era bueno para el negocio. Stepien declar¨®: "Creo que los Cavs tienen demasiados negros, 10 de 11 ", lo cual provoc¨® los reproches de la direcci¨®n de la liga.
"?Qu¨¦ pasar¨ªa si se formase un equipo tras otro s¨®lo con jugadores negros?" , se pregunta un investigador social. Si "nunca se viesen jugadores blancos en la cancha, creo que en las oficinas centrales se alzar¨ªan peque?as banderas rojas. Se plantear¨ªan preguntas del tipo: '?A qu¨¦ se debe esto?".
Hoy, aunque algunos jugado
res blancos se las ven y se las desean para permanecer en la liga, "siguen siendo mayor¨ªa en la sociedad", comenta Art Taylor, director adjunto del Centro para el Estudio del Deporte en la Sociedad de la Northeastern University. "As¨ª que cuando van a cualquier sitio o cuando miran al grader¨ªo, la mayor¨ªa de la gente es como ellos".Sin embargo, aunque los jugadores negros son las principales estrellas de una liga en la que el salario medio es de 247.500 d¨®lares (m¨¢s de 32 millones de pesetas), muchos sienten que tienen poca autoridad.
Juwarn Howard, jugador de los Bullets cuyo contrato de 7 anos y 105 millones de d¨®lares (13.650 millones de pesetas) le convierte en uno de los jugadores mejor pagados de la liga, se pregunta: "?Por qu¨¦ hay m¨¢s entrenadores blancos que entrenadores negros en la NBA? Ese es un tema que intento plantear. Lo mismo ocurre con la propiedad y con los directores generales".
Siete de los 29 equipos de la NBA terminaron la temporada regular 96-97 con primeros entrenadores negros. lsiah Thomas, director general de los Raptors de Toronto, acaba de firmar un acuerdo que le convertir¨¢ en el primer negro accionista mayoritario de un club de la NBA. En la ¨²ltima temporada, el 28% de los directivos de la NBA eran negros, comparado con el 13% en la Liga Nacional de F¨²tbol Americano y el 4% en la Liga Principal de B¨¦isbol.
Pero Tim Legler, un tirador blanco de los Washington Bullets, tiene sus propias conclusiones al respecto: "Siempre he afirmado que una de las cosas m¨¢s dificiles de hacer es ser blanco y tener ¨¦xito en la NBA", dijo. "Todas las cartas est¨¢n en tu contra".
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