Los due?os de un bar desmienten a Ricart el juicio de Alc¨¤sser
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Miguel Ricart sufri¨® ayer otro desmentido a sus declaraciones en el juicio por el triple crimen de Alc¨¤sser. En contra de sus afirmaciones de que en esas fechas nofrecuentaba la zona, el matrimonio propietario del bar Parador, el Catadau -localidad cercana al paraje donde se encontraron los cad¨¢vares de Mirian, To?i y Desir¨¦e el 27 de enero de 1993- asesuraron que entr¨® en su establecimiento en la noche de un viernes de noviembre de 1992 y pidi¨® tres bocadillos, una ensalada y agua. Lo que la pareja no pudo precisa es si fue o no el viernes 13, el d¨ªa que desaparecieron las ni?as. La mujer, eso s¨ª, descart¨® que Antonio Angl¨¦s fuera el hombre que le acompa?aba.En una de sus confesiones ante la Guardia Civil, Ricart cont¨® que el 13 de noviembre de 1992, una vez que ya hab¨ªan sido trasladadas a la caseta, Angl¨¦s y ¨¦l dejaron atadas a las muchachas y se fueron y se desplazaron lugar para compara bocadillos para comparar bocadilos y agua. Ya en la vista, sin embargo, asegur¨® que todas las inculpaciones las hab¨ªa realizado bajo amenazas y torturas de las fuerzas de seguridad, que, adujo, le dec¨ªan lo que ten¨ªa que declarar. A?adi¨® la visita nocturna, hasta ese local, seg¨²n manifest¨®, para dar "m¨¢s morbo". En aquellas fechas. insiti¨®, no frecuentaba esa zona.
Arturo Ortega, el due?o del bar, mentuvo que Ricart, Angl¨¦s Maauricio, hermano de ¨¦ste, sol¨ªan acudir a su local acudir a su local desde el verano de ese mismo a?o. Tambi¨¦n subray¨® que esa vez, la de ese viernes de noviembre, fue la "¨²nica vez" que se present¨® tan tarde. ?l no pudo describir a la persona que le esperaba en el exterior. En cambio, su esposa, Ana Flores, descart¨® que se tratara de Antonio Angl¨¦s. "Era m¨¢s bajo de la complexi¨®n f¨ªsica del Mauri [Mauricio Angl¨¦s]", explic¨®. Ella record¨® con claridad que envolvi¨® tres bocadillos, un dato que, seg¨²n la acusaci¨®n popular, apunta a que puede haber m¨¢s implicados.
Enterrar a las v¨ªctimas
El testimonio que consumi¨® buena parte de la sesi¨®n de ayer fue el de Miguel Nicol¨¢s, de 55 a?os, que coincidi¨® con Ricart en la antigua prisi¨®n Modelo de Valencia en diciembre de 1992. Este testigo fue investigado, y se compar¨®, con resultado negativo, el ADN de su pelo con el de un vello cano encontado en uno de los cuerpos. Ayer aleg¨® en m¨²ltiples ocasiones que le falla la memoria.Nicol¨¢s dijo haber tratado a Ricart y los Angl¨¦s entre diciembre de 1992 y enero de 1993. En una reuni¨®n en su casa de Ll¨ªria, le indicaron que a las mujeres, despu¨¦s de violarlas y matarlas, las enterraban", seg¨²n una de sus declarciones. "Eso es correcto", persever¨® ayer, y agreg¨® que el comentario se hizo "como un chisme". En otro momento afirm¨® que Angl¨¦s le advirit¨® que enterrar¨ªa a una mujer en caso de violarla para evitarse problemas.
Tambi¨¦n relat¨® Nicol¨¢s que "un encapuchado" entro una noche en su residencia, le rob¨® y le golpe¨®. Despu¨¦s pens¨® que se trataba de Antonio Angl¨¦s porque llevaba la misma cazadora. El huido intent¨® comprarle la casa por dos millones. Nicol¨¢s mencion¨® adem¨¢s que le fue sustra¨ªdo un pico y una peque?a alfombra, pero no reconoci¨® como suya la que envolvi¨® los cad¨¢veres.
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