Un espa?ol, condenado a la silla el¨¦ctrica en Florida

Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez, un espa?ol de 25 a?os residente en Estados Unidos desde su infancia, fue condenado el pasado martes por un juez de Tampa (Florida) a la pena de muerte y a la de cadena perpetua por un doble asesinato cometido en esa ciudad el 31 de octubre de 1995, seg¨²n confirmaron ayer fuentes judiciales norteiamericanas. Mart¨ªnez se convierte as¨ª en el primer espa?ol entre las 200 personas que esperan la ejecuci¨®n en los corredores de la muerte de las prisiones estadounidenses, 400 de ellas en Florida, un Estado que utiliza la silla el¨¦ctrica.

El juez Rogers Padgett ratific¨® el martes el veredicto y el castigo decididos en abril por el jurado de Tampa. ?ste encontr¨® a Mart¨ªnez culpable del asesinato de Douglas Ray Lawson y su novia, Sherry McCoy Ward, ambos de 26 a?os, pidi¨® que fuera condenado a la pena capital en la silla el¨¦ctrica por la muerte de la mujer y a la reclusi¨®n perpetua por la del hombre.

Mart¨ªnez naci¨® en Guayaquil Ecuador) el 2 de diciembre de 1971. Es hijo de un espa?ol y una ecuatoriana y, aunque vive en Estados Unidos desde ni?o, conserva la nacionalidad espa?ola. La periodista B¨¢rbara Boyer cont¨® ayer en el diario The Tampa Tribune que, en su infancia y adolescencia, "ejerc¨ªa de monaguillo y so?aba con convertirse en un cura cat¨®lico". Ya adulto, Mart¨ªnez trabaj¨® en una de las compa?¨ªas telef¨®nicas que operan en Florida y se gan¨® fama de laborioso y disciplinado. Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas confirmaron ayer que, aunque apenas tiene relaci¨®n con Espa?a -s¨®lo permaneci¨® unos mes durante su adolescencia aprendiendo castellano-, Mart¨ªnez es, a efectos legales, espa?ol de pleno derecho.

Quer¨ªa cobrar una deuda

El 29 de enero de 1996, Mart¨ªnez fue detenido por agentes del sheriff del condado de HilIsborugh, en la bah¨ªa de Tampa, y usado del doble asesinato. Seg¨²n la reconstrucci¨®n de los hechos efectuada por la fiscal¨ªa a lo largo del juicio y aceptada por el jurado y el magistrado, fue a la casa donde viv¨ªan Lawson y Ward para cobrar una deuda.Lawson no ten¨ªa el dinero y s dos hombres se enzarzaron una pelea. Mart¨ªnez sac¨® entonces una pistola y abri¨® fuego discreci¨®n. Alcanzado por cuatro disparos, Lawson muri¨® en el acto. Ward, herida en el hombr¨®, intent¨® escapar, pero, cuando estaba a punto de alcanzar la puerta, Mart¨ªnez le dio alcance y la apu?al¨® 20 veces.

Ward recibi¨® 14 pu?aladas en parte trasera del cuello, precis¨® el juez Padgett en su sentencia. El horror de lo que ella vio, escuch¨®, sinti¨® y pens¨® en el ¨²ltimo minuto de su vida es lo que hace este asesinato particularmente odioso, atroz y cruel", escribe el magistrado, que a continuaci¨®n acepta la recomendaci¨®n del jurado e impone a Mart¨ªnez la pena de muerte por el asesinato la mujer.

Padgett, que tambi¨¦n condena a Mart¨ªnez "a vivir en prisi¨®n el resto de su vida natural" por la muerte de Lawson, recoge su escrito el testimonio de amigos y parientes suyos describi¨¦ndole como "un cari?oso y respetuoso ni?o que se convirti¨® luego en un padre maravilloso

Seg¨²n fuentes period¨ªsticas, Mart¨ªnez est¨¢ divorciado y tiene dos hijos.

Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas en Estados Unidos se han limitado a confirmar que conocen el caso y que lo siguen de cerca. Pero este peri¨®dico ha sabido de fuentes gubernamentales en Madrid que el consulado en Miami ha hecho gestiones discretas ante el tribunal de Tampa para interesarse por la suerte de Mart¨ªnez y transmitir el impacto que su condena a muerte puede producir en un pa¨ªs como Espa?a donde esta pena fue abolida hace dos decenios.

Mart¨ªnez es uno de los 44 espa?oles que est¨¢n en prisi¨®n en Estados Unidos. Veintiuno de ellos fueron detenidos por asuntos relacionados con ¨¦l narcotr¨¢fico. Con todos ellos, la diplomacia espa?ola act¨²a de forma id¨¦ntica: se interesa por su situaci¨®n ante el juez e intenta que su estancia en la c¨¢rcel sea lo menos traum¨¢tica posible. El caso Mart¨ªnez le llega en un momento en que tiene que bregar con la detenci¨®n, tambi¨¦n en Florida, de los empresarios Javier Ferreiro y Juan Torres, acusados de violar la ley norteamericana de embargo a Cuba.

Como los dem¨¢s condenados a muerte, Mart¨ªnez entra ahora en un ciclo de recursos judiciales y solicitudes de gracia que puede durar a?os. Mientras tanto, deber¨¢ vivir en una celda del corredor de la muerte de la prisi¨®n estatal de Florida.