Injusticia de hecho

LA TOMA en consideraci¨®n de una proposici¨®n de ley sobre parejas de hecho contribuye a acercar el derecho a los hechos, lo cual siempre es buena noticia en un pa¨ªs cuyas leyes -la del aborto, por ejemplo- van con frecuencia por detr¨¢s de la pr¨¢ctica social. Sobre todo permitir¨¢ resolver lo que es una injusticia de hecho: la que sufren los homosexuales. Por eso es de justicia reconocer que, m¨¢s all¨¢ de las vicisitudes parlamentarias que lo han determinado, este desenlace es ante todo el resultado del esfuerzo reivindicativo de los colectivos de homosexuales, que han logrado sensibilizar a la opini¨®n p¨²blica sobre un problema que les afectaba de manera especialmente aguda. Pues, a diferencia de las parejas heterosexuales de hecho, las homosexuales no ten¨ªan la posibilidad de convertirla en parejas de derecho. Han surgido otras situaciones f¨¢cticas que conviene considerar, pero en el origen del problema siempre estuvo la discriminaci¨®n contra las parejas de homosexuales.Espa?a ha suscrito diversas resoluciones de organismos internacionales favorables al reconocimiento de diversas clases de familia. Una ley como la que va a tramitar ahora es s¨®lo la plasmaci¨®n legal de tales declaraciones de intenci¨®n. Que la persona que convive como pareja con otra tenga el derecho a la herencia, a la subrogaci¨®n del contrato del alquiler de la casa o a una pensi¨®n de viudedad, con independencia de sus opciones sexuales, era y es una cuesti¨®n de equidad.

Los avatares de la votaci¨®n del pasado martes deben tambi¨¦n mover a reflexi¨®n sobre c¨®mo los asuntos sociales provocan en el Parlamento sintom¨¢ticos terremotos en el seno de los grupos. El pasado 18 de marzo, el tema de las parejas de hecho cosech¨® un nunca visto empate y subsiguientes maniobras de pasillo para lograr que Coalici¨®n Canaria aportara dos votos al PP. Ahora, la diputada popular Celia Villalobos puede ser sancionada por quebrar la disciplina de voto. E incluso una coalici¨®n decisiva pol¨ªticamente como CiU se mostr¨® escindida: mientras Uni¨® apoyaba al PP para rechazar la tramitaci¨®n, Converg¨¦ncia se abstuvo y fue determinante para el resultado. Ocurrieron otras cosas sorprendentes, como el voto en contra del PNV, partido al que pertenece el alcalde de Vitoria, Jos¨¦ ?ngel Cuerda, que abri¨® en su ciudad el primer registro municipal de parejas de hecho, y que otra diputada de ese partido se ausentara para no participar en la votaci¨®n.