Piezas de tacto obligado
Un artista sordo y ciego expone una veintena de esculturas para tocar en un museo de la ONCE
"Tiene un tacto muy agradable". Es uno de los comentarios m¨¢s repetidos entre los visitantes de la exposici¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Prieto Lago. El escultor, sordo y ciego, muestra una veintena de sus obras en el Museo Tifol¨®gico de la ONCE. Son esculturas de tacto obligatorio, pues multitud de detalles s¨®lo se aprecian despu¨¦s de un toqueteo en profundidad. Muchos de los visitantes se emplean en ello con entusiasmo, aunque con desiguales resultados."Yo me quedo con la forma, porque he sido un ciego reprimido de peque?o; ahora el tacto lo tengo capado y me cuesta percibir emociones a trav¨¦s de ¨¦l", explica uno de ellos.
Tocar la escultura tiene un sentido diferente a s¨®lo verla, aseguran otros. "Un ciego tiene dos maneras de tocar. Puede quedarse s¨®lo con la forma, o bien pensar en lo que es la figura, sus vol¨²menes y lo que el artista ha querido transmitir", explica ?ngeles Ortiz, ciega de nacimiento. Para ella, las esculturas de Prieto Lago son especialmente comunicativas. Ortiz se lamenta de las dificultades con las que se encuentra cuando acude a una exposici¨®n o un museo: "No se pueden sobar las piezas". Esto no ocurre con las creaciones de Prieto. "Mi escultura dice lo que yo no puedo comunicar", asegura este gallego. El Museo Tifol¨®gico, que funciona desde 1992, es el primer museo espa?ol concebido para ser visto y tocado. Su coordinador, Miguel Moreno, explica que fuera de Espa?a s¨ª hay museos donde se permite tocar a los ciegos y deficientes visuales, como el Museo Rodin de Par¨ªs. Aparte de la colecci¨®n permanente, programa tres ciclos de exposiciones temporales, en las que, adem¨¢s de obras de afiliados a la ONCE y de la Red de Arte Joven, se incluyen trabajos de artistas consagrados, que prestan sus esculturas para ser tocadas, como hizo hace poco ?ngel Camino. Obras de Pablo Serrano o Fernando Botero pueden ocupar sus salas.Esculturas de Jos¨¦ Mar¨ªa Prieto Lago. Museo Tifol¨®gico de la ONCE (calle de La Coru?a, 18; metro Estrecho). Entrada libre. Hasta el 31 de mayo.
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