Can¨ªbales, altos y fuertes

?ste es el retrato robot de Homo antecessor. alto, fuerte incipientes arcos en las cejas (rasgos muy acusados en los neandertales posteriores) y p¨®mulos (como el hombre de hoy); capacidad craneal superior a mil cent¨ªmetros c¨²bicos e inferior a la del hombre actual, explic¨® ayer Ignacio Mart¨ªnez, uno de los Firmantes del art¨ªculo de Science. Los rasgos del rostro son "exactamente la morfolog¨ªa que imaginar¨ªamos en un ancestro com¨²n de los humanos modernos y los neandertales", afirma Antonio Rosas otro de los investigadores.En cuanto a su comporta miento, se pueden deducir algunos detalles, inform¨® Maria Mosquera, tambi¨¦n autora del trabajo: "Com¨ªan carne no sabemos si de caza o de carro?eo; ten¨ªan una tecnolog¨ªa muy antigua, similar a la africana de Olduvai Modo I y practicaban el canibalismo". Las marcas inequ¨ªvocas de descarnamiento en los huesos de Homo antecessor, id¨¦nticas a las que muestran f¨®siles de animales consumidos, conducen a esta conclusi¨®n.

La pieza m¨¢s vistosa de la nueva especie es una mand¨ªbula infantil. Se rescat¨® en el yacimiento como un bloque de arcilla petrificado del que asomaban unos dientes, record¨® ayer Arsuaga, que destac¨® la exquisita restauraci¨®n realizada por Paloma Guti¨¦rrez del Solar y Blanca G¨®mez Alonso, del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

"Ahora tenemos una mejor ventana sobre las primeras poblaciones del continente europeo", afirma en un comentario de Science el paleoantrop¨®logo estadounidense Philip Rightmire. Su colega franc¨¦s Jean-Jaques Hublin comenta que muchos especialistas se sentir¨¢n inc¨®modos ante la identificaci¨®n de toda una nueva especie basada, sobre todo, en rasgos faciales de un solo individuo joven.