La m¨²sica en 'Costa Castellana' s¨®lo est¨¢ permitida en las terrazas de la acera impar

Subiendo desde la plaza de Col¨®n hacia plaza de Castilla, un fen¨®meno extra?o despierta la curiosidad de todo el que pasea por la Castellana: en la acera izquierda, las terrazas est¨¢n abarrotadas de juerguistas. En la derecha reina la tranquilidad y s¨®lo hay unos pocos lientes en la ¨²nica terraza que queda antes de Mar¨ªa de Molina. Y no es uqe los madrile?os tengan una predilecci¨®n inconsciente por los n¨²meros impares, sino que all¨ª hay m¨²sica, no como en el lado par, que est¨¢ enmudecido por orden de Fernando Mart¨ªnez-Vidal, concejal del distrito de Salamanca, del que depende este tramo

La Castellana ha pasado de ser la costa de moda a la frontera que separa el mundo del silencio del jolgorio musical. La noche est¨¢ ya bien entrada y en la terraza Bolero, en la acera impar, un mar de coperos bloquea el paso a los transe¨²ntes mientras se balancea con la ¨²ltima canci¨®n de moda.Enfrente, un poco m¨¢s cerca de la plaza de Col¨®n, Paco Jim¨¦nez, relaciones p¨²blicas de la terraza de Castellana, 8, se confiesa un poco "amargado": "S¨®lo me falta organizar una fiesta del silencio", ironiza, mientras ense?a la terraza casi desierta. "Imag¨ªnese que yo ahora quiero vender esto. ?Qu¨¦ digo? ?Venid, que esto est¨¢ tranquilo? Me parece injusto que haya esta diferencia de trato", se indigna.

"Es verdad que hace unos a?os hab¨ªa 18 terrazas en esa zona, pero era un desmadre", comenta un t¨¦cnico del departamento de servicios del Ayuntamiento. Y el concejal del distrito de Salamanca, Fernando Mart¨ªnez-Vidal, cuyo lema electoral preferido siempre ha sido la lucha contra el ruido, ha decidido poner fin al "desmadre": no s¨®lo ha denegado el permiso de instalaci¨®n a ocho terrazas del distrito (tres de ellas, situadas en la Castellana), sino que por primera vez la m¨²sica est¨¢ prohibida en los 130 veladores y quioscos permanentes del barrio.

Seg¨²n un t¨¦cnico del Ayuntamiento, para imponer esta prohibici¨®n, el concejal se ha basado, en la ordenanza de protecci¨®n del medio ambiente urbano, que regula los distintos niveles de ruido aceptables. Con este argumento legal, ha prohibido la m¨²sica un "ruido" a veces excesivo "cuando est¨¢ cerca de las viviendas". Lo malo es que, a 100 metros de la frontera del distrito, Chamber¨ª goza de libertad total en sus altavoces hasta la medianoche. As¨ª se llenan las dos terrazas de la acera impar de la Castellana, bajo la mirada deprimida de su competidor de enfrente.

Fiesta de mimos

"Sin m¨²sica, ya no podemos organizar fiestas", explica Paco Jim¨¦nez. "Lo ¨²nico que se nos ha ocurrido es una fiesta de mimos, porque eso por lo menos no hace ruido, y traer a un mago para que vengan m¨¢s clientes". "Antes, esto era la bomba, ahora es triste", admite otra relaciones p¨²blicas de la zona, que no ha conseguido compensar la falta de .m¨²sica con su figura escultural. "Aqu¨ª, ahora s¨®lo viene gente tranquila que sale de la oficina y se para a tomar una copa", a?ade Jim¨¦nez.Enfrente, con 203 quioscos y terrazas, Chamber¨ª es ahora el distrito donde m¨¢s veladores hay en Madrid, despu¨¦s del Puente -de Vallecas. Y en la Castellana la diferencia de trato es ahondada por los m¨²ltiples incumplimientos de Boulevard y Bolero, las dos terrazas "del lado impar": en 1996 acumularon un total de 175 denuncias, muchas de ellas por incumplimiento de horarios. Aunque el Ayuntamiento las ha amenazado con rescindir sus permisos, el jueves pasado, en la terraza Bolero, la m¨²sica segu¨ªa oy¨¦ndose pasada la una de la madrugada, cuando s¨®lo est¨¢ autorizada hasta las doce. "Esta situaci¨®n es injusta y vamos a poner fin a esta discriminaci¨®n", concluye el t¨¦cnico municipal, en referencia a Bolero.

En la acera musical de Castellana no opinan lo mismo. "?Qu¨¦ pasa, que porque han prohibido la m¨²sica en Salamanca se van a poner duros en todas partes?", pregunta un Cliente. "A m¨ª, que me quiten lo bailao", concluye.