?A por ellos, que son pocos!
La sanci¨®n a Nueva Izquierda inicia una estrategia de limpieza en IU
"Este, despu¨¦s de Nueva Izquierda, ir¨¢ a por Cantabria y a por Iniciativa per Catalunya, a por Madrid... ¨¦ste ya no se parar¨¢ en nada. Est¨¢ dispuesto a meter mano en IU. ?ste no parar¨¢. No le importan ni las formas ni que eso suponga p¨¦rdida de credibilidad. Este...". ?ste es Julio Anguita. Y el lamento y profec¨ªa lo desgranaba un dirigente de IU la misma noche en que se conoc¨ªa la amonestaci¨®n a Nueva Izquierda por su apoyo a la reforma laboral. Ese d¨ªa hab¨ªa empezado una semana de desaz¨®n en IU. Una semana que terminar¨ªa aline¨¢ndolo con el Gobierno del PP en la votaci¨®n de la ley del f¨²tbol. El lunes 26 de mayo, ardieron los tel¨¦fonos. La advertencia de la Ejecutiva Federal sobre Nueva Izquierda encendi¨® las alarmas entre las distintas familias de IU. Desde Barcelona, Rafael Rib¨®, presidente de IU-IC, hab¨ªa llamado preguntando "hasta d¨®nde estaban las cosas". Y desde otras federaciones se buscaba al periodista amigo en demanda de informaci¨®n. Pocos esperaban una reacci¨®n tan dura. Pero Anguita llevaba meses advirtiendo a quien le quisiera o¨ªr: "Van a saber ¨¦stos si soy o no soy autoritario".
Pensando en ello, quiz¨¢s, esa tarde de lunes se hab¨ªa asomado, sonriendo divertido, a la sala donde V¨ªctor R¨ªos, coordinador de Presidencia, y Pedro Granados, secretario de Organizaci¨®n, presentaban a los periodistas la resoluci¨®n de la Ejecutiva amonestando a Nueva Izquierda y advirti¨¦ndoles de otras actuaciones si no rectificaban su campa?a a favor de la reforma laboral. Anguita no est¨¢ dispuesto a remendar de viejo. Las actuaciones contra "los traidores de IU" hab¨ªan de ser ejemplares y cuanto antes. Lo hab¨ªa dicho, medio en serio, medio en broma, uno de los miembros de la Ejecutiva en los pasillos de General Rodrigo, sede de IU: "La sangre, antes del verano".
Decisi¨®n de AnguitaJulio Anguita llevaba tiempo madurando su decisi¨®n. "M¨¢s vale ponerse una vez colorado que ciento amarillo", confesaba a un periodista, ya a micr¨®fono cerrado, para justificar las medidas que estaba dispuesto a llevar adelante. IU ten¨ªa que gobernarse con mano de hierro. Estaba harto de las cr¨ªticas picajosas de Nueva Izquierda, harto de que se le cuestionara cada afirmaci¨®n, harto de que desde sus propias filas se recibieran sus palabras como las profec¨ªas de un iluminado. Harto de que se le acusara desde sus propios ¨®rganos de direcci¨®n de pactar con el PP. Ya estaba bien.
Sabi¨¦ndose mayor¨ªa en IU, los sectores m¨¢s ortodoxos del PCE le han alentado a soltar riendas. Al fin y al cabo, Dios ayuda a los buenos, pero s¨®lo cuando son m¨¢s que los malos. Y Anguita sabe que, por ahora, num¨¦ricamente tiene la ayuda de Dios. ?l, que en su d¨ªa estuvo dispuesto a disolver el PCE, o, al menos, a dejarle dormir, se ha agarrado ahora desesperadamente al ¨²ltimo reducto donde ni su liderazgo ni sus decisiones eran cuestionadas. Probablemente porque ¨¦l mismo ha servido a los sectores comunistas m¨¢s duros para controlar la l¨ªnea pol¨ªtica de IU.
En torno al secretario general se hab¨ªa tejido una sutil¨ªsima gasa de intereses y dogmas que ¨¦l mis
mo terminaba por convertir en principios inamovibles: "No me importa estar solo si tengo la raz¨®n". Y as¨ª se justificaba el estancamiento de IU, su incapacidad para crecer, su postura entre la intransigencia y la relajaci¨®n. "?Qui¨¦n ha dicho que los sindicatos hayan de tener raz¨®n?". Y as¨ª se justificaban los ataques a las centrales obreras. "No votamos siglas, sino pol¨ªticas". Y as¨ª se justificaba no meter el dedo en el ojo al Gobierno del PP mientras se hund¨ªa el pu?o y hasta el brazo en las heridas del PSOE.As¨ª que lo primero, quitarse de encima los aguijonazos de Nueva Izquierda. No importa que sea m¨¢s que dudosa la competencia de la Ejecutiva para este tipo de resoluciones. Ni comisi¨®n de garant¨ªas, ni que las acusaciones en las se basa la amonestaci¨®n a Nueva
Izquierda puedan aplicarse tanto al PCE como al mism¨ªsimo Anguita. "?Es que no se ha pronunciado el PCE sobre asuntos sobre los que IU a¨²n no lo hab¨ªa hecho? ?Es que las manifestaciones de Julio Anguita responden siempre a lo que se ha debatido y aprobado en IU, se preguntaba Diego L¨®pez Garrido al conocer la decisi¨®n sobre su partido.Los caminos no siempre tienen retorno. El abierto con Nueva Izquierda no lo tiene. Del marxismo, algunas cosas. Del estalinismo, casi todo. ?Cu¨¢l ser¨¢ el segundo paso? Nueva Izquierda tuvo su segunda oportunidad cr¨ªtica con la ley del f¨²tbol. En la misma semana. No rompi¨® el jueves la disciplina de voto. No hac¨ªa falta porque con el apoyo del resto del grupo hubiera salido adelante el texto del Gobierno.
Pero el espect¨¢culo de un grupo parlamentario pendiente de las negociaciones que su direcci¨®n llevaba a cabo con el Gobierno ha tensado hasta el l¨ªmite las relaciones internas. Los tres diputados de Nueva Izquierda actuar¨¢n contra su propio grupo-abandonando el pleno, tal vez- en el tr¨¢mite parlamentario de la reforma laboral. Ser¨¢ la excusa para sanciones mayores. El d¨ªa 28 de junio, el Consejo Pol¨ªtico Federal tratar¨¢ el asunto de Nueva Izquierda. Todo hace prever que se aprobar¨¢ la separaci¨®n del Partido Democr¨¢tico de la Nueva Izquierda de Izquierda Unida. Es verdad que, individualmente, sus afiliados no pueden ser expulsados. Pero, ?sirve de algo la presencia de los miembros de Nueva Izquierda sin la cobertura de su partido? De muy poco. Y a la V Asamblea se llegar¨¢ con una molestia menos. La sangre, desde luego, antes del verano.Resolver problemasAnguita, el pasado d¨ªa 27, alertaba al comit¨¦ regional del PCE de Castilla y Le¨®n -del PCE, no de IU-, en una reuni¨®n celebrada en Valladolid para que "la V Asamblea de IU sea dulce y exitosa" y para ello les alentaba a que "hicieran en las federaciones lo mismo que hemos hecho en la Ejecutiva federal". "Los problemas hemos de resolverlos antes de la V Asamblea". La sangre, antes del verano.
?Est¨¢ sola Nueva Izquierda? No tanto. Hay federaciones que, sin ser de este partido, comparten en buena medida sus planteamientos. Hay al menos siete federaciones-Castilla-La Mancha, Cantabria, Pa¨ªs Valenciano, una parte del Pa¨ªs Vasco, Navarra, Galicia, parte de Madrid... -que no comparten los aires autoritarios de la direcci¨®n de IU. Son federaciones que, en alg¨²n caso, tampoco apoyar¨ªan a Nueva Izquierda en otros temas, pero que no apoyar¨¢n una persecuci¨®n abierta a la organizaci¨®n que lidera Diego L¨®pez Garrido. Ni a ninguna otra. Son federaciones que, seg¨²n confesaba uno de sus dirigentes, "cada d¨ªa nos cuesta m¨¢s explicar a las bases por qu¨¦ apoyamos al PP y por qu¨¦ seguimos centrando toda nuestra pol¨ªtica en machacar al PSOE".
El galope de Anguita no parar¨¢ ante el muro de Nueva Izquierda. O lo salta o se estrella contra ¨¦l. Y tiene otros muros. No se trata ya de militantes que en otro tiempo gozaron de la confianza del "jefe" y que hoy arrastran sus pasos como alma en pena sin ¨¢rbol que les cobije. Hay casos como el de Galicia, en que nadie da un duro por lo que pueda ocurrir tras el acuerdo de coalici¨®n electoral alcanzado entre Esquerda Unida-Esquerda Galega y el PSOE. Alg¨²n dirigente ha llegado ya a proponer la presentaci¨®n de listas en solitario encabezadas por los "leales de IU" frente a las de la coalici¨®n de socialistas y Esquerda Galega. Nadie ha llamado loco al autor de la propuesta.
En Catalu?a, Anguita tiene sus amores y sus odios. All¨ª preferir¨ªa que la pol¨ªtica de IC estuviera marcada por el Partido Comunista de Catalunya (PCC) y no por la Iniciativa per Catalunya (IC) de Rafael Rib¨®. Es una pelea vieja y sostenida. De cara a la V Asamblea no le preocupa, porque IC es soberana, pero est¨¢ dispuesto, llegado el momento, a irrumpir a sangre y fuego en territorio catal¨¢n enarbolando la bandera de Izquierda Unida.
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