Lionel Jospin, el luchador solitario
Francia ama a los vencidos que no se rinden. Charles de Gaulle fue un derrotado durante la invasi¨®n alemana y conoci¨® un largo exilio interior entre 1947 y 1958. Fran?ois Mitterrand fue un eterno perdedor entre 1958 y 1981. Lionel Jospin, un segund¨®n que en 1993 parec¨ªa acabado para la pol¨ªtica, ha obtenido su primera gran victoria a los 60 a?os. El probable nuevo primer ministro se erige en figura central de la pol¨ªtica francesa y en el m¨¢s firme candidato a la presidencia en el 2002.Los rasgos esenciales de la personalidad de Lionel Jospin, nacido el 12 de julio de 1937 en Meudon (cercan¨ªas de Par¨ªs), constituyen una herencia familiar. La ¨¦tica puritana procede de su abuelo, pastor protestante. La combatividad es una reacci¨®n a la tragedia de su padre, un tribuno socialista que, por fe en el pacifismo, apost¨® por la pol¨ªtica de apaciguamiento frente a Hitler y, ya ocupada Francia, acept¨® un cargo local bajo el r¨¦gimen colaborac¨ªonista de Vichy. Padre e hijo nunca se llevaron bien.
El talento para trabajar en equipo y, a la vez, ocultar sus propias cartas, es consecuencia de una larga experiencia asociativa fue boy scout de ni?o, se afili¨® luego a la izquierdista Uni¨®n Nacional de Estudiantes Franceses (UNEF) para protestar contra la guerra de Argelia, y desde 1971 se afili¨® al refundado Partido Socialista (PS) de Fran?ois Mitterrand.
Hab¨ªa sido un excelente deportista juvenil (practic¨® sobre todo el baloncesto, pero tambi¨¦n el tenis y el boxeo) y un buen estudiante que complet¨® el recorrido acad¨¦mico de los buenos tecn¨®cratas: Ciencias Pol¨ªticas y Escuela Nacional de Administraci¨®n (ENA). Hacia el final de su estancia en la ENA, sus tutores le propusieron dos opciones para realizar el obligatorio periodo de pr¨¢cticas: o el prestigioso diario Le Monde, o una mina de carb¨®n. Jospin eligi¨® el carb¨®n. Quiz¨¢ ya entonces, como ahora, desconfiara de los periodistas. Una vez consagrado como enarca, ingres¨® en el Ministerio de Asuntos Exteriores. All¨ª fue donde el jefe de su departamento, Pierre Joxe, le invit¨® a afiliarse al PS.
Debate con Marchais
Ascendi¨® con rapidez en el parti do y, en 1980, recibi¨® la consagra ci¨®n: Mitterrand le encarg¨® la misi¨®n de enfrentarse al l¨ªder comunista Georges Marchais en un debate televisado. "Era el ¨²nico del que sab¨ªa que no se esconder¨ªa bajo la mesa cuando Marchais empezara a aporrearla", dijo luego Tonton. Al a?o siguiente, Mit terrand lleg¨®- a la presidencia y dej¨® el partido en manos de Jospin. Durante el primer septenio socialista, se dedic¨® a vigilar el nido de v¨ªboras del PS, con sus corrientes tumultuosas y sus barones al acecho. Tuvo que sopor tar, sin embargo, que Mitterrand eligiera como heredero pol¨ªtico a su rival Laurent Fabius, primer ministro desde 1984.
Entre 1988 y 1992 fue ministro de Educaci¨®n y n¨²mero dos del Gobierno, primero bajo Michel Rocard y despu¨¦s bajo la ef¨ªmera Edith Cr¨¦sson. Su gesti¨®n fue bien valorada, pero el partido se le escap¨® paulatinamente de las manos. Adem¨¢s, se hab¨ªa enfrentado abiertamente con Mitterrand por la tolerancia del presidente frente a la corrupci¨®n. En abril de 1992, cuando Pierre B¨¦r¨¦-govoy le dej¨® fuera de su Gobierno, Lionel Jospin se convirti¨® en un hombre solo.
Ah¨ª comenz¨® su traves¨ªa del desierto. Se divorci¨®, muri¨® su padre sin que ambos pudieran reconciliarse y padeci¨® durante meses de una crisis de hipertiroidismo que le dej¨® en los huesos. Intent¨® regresar a la diplomacia y, en 1993, pidi¨® al entonces ministro de Asuntos Exteriores, Alain Jupp¨¦, que le nombrara embajador en Praga. Jupp¨¦, probablemente por deseo de Mitterrand, rechaz¨® su petici¨®n, y sin duda lo habr¨¢ lamentado muchas veces en los ¨²ltimos tiempos. Jospin se hundi¨® en una depresi¨®n de la que le rescat¨® la profesora de filosofia Sylviane Agacinski, r¨¢pidamente convertida en su segunda esposa. Consigui¨® una plaza como profesor universitario, se compr¨® un descapotable y recobr¨® la felicidad.
El 11 de diciembre de 1994, fue uno m¨¢s entre los miles de franceses que se echaron las manos a la cabeza por la renuncia de JacquesDelors a ser candidato a la presldencia. Pero su reacci¨®n fue la del batallador: diez d¨ªas despu¨¦s, se present¨® en la sede del PS y anunci¨® su candidatura. Contra todo pron¨®stico, aquel hombre solo, vestido con un abrigo blanco, gan¨® las elecciones primarias organizadas por el partido y en mayo de 1995, frente al gran favorito Jacques Chirac, logr¨® un honorabil¨ªsimo 47,5% de los votos. Ese resultado le convirti¨® autom¨¢ticamente en l¨ªder del PS y de toda la izquierda. Dos a?os despu¨¦s, el hombre solo y herm¨¦tico, honesto y combativo, ha aupado a la izquierda hasta el poder.
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