La macabra broma del contrabajo
Un m¨²sico de la ?pera Alemana de Berl¨ªn firma en Israel una factura a nombre de Hitler.
Un contrabajo de 54 a?os de la ¨®pera Alemana de Berl¨ªn, Gerd Reinke, ha pagado cara su broma de mal gusto en un hotel de Israel: nada menos que con el despido fulminante y sin preaviso. El m¨²sico alem¨¢n se relajaba con el resto de la orquesta en el bar de un hotel en la ciudad de Herzlija, donde hab¨ªa consumido alguna cerveza de m¨¢s. Cuando le presentaron la cuenta de las consumiciones, el contrabajo firm¨® la factura con el nombre Adolf Hitler y le dijo al perplejo camarero israel¨ª: "Adolf Hitler os pagar¨¢ la cuenta". Parece que a?adi¨® un "es una broma". Sin duda, una broma en exceso macabra, cuando andan de por medio nada menos que seis millones de v¨ªctimas jud¨ªas del holocausto.La noticia se extendi¨® por Israel como un reguero de p¨®lvora y ocup¨® un lugar destacado en la prensa local, para horror de los directores de la Opera Alemana y los representantes diplom¨¢ticos alemanes. El m¨²sico tom¨® conciencia demasiado tarde de la que arm¨® y dijo al director de la Opera, Alard von Rohr: "Beb¨ª demasiada cerveza y no me di cuenta de lo que dec¨ªa. Ahora soy consciente de la que he organizado". Los peri¨®dicos de Israel no admiten esta excusa y publican que s¨®lo hab¨ªa tomado un litro de cerveza, cantidad que dista mucho de lo que puede servir como eximente por trastorno mental transitorio como consecuencia de la embriaguez.
En Alemania, el incidente con el m¨²sico, miembro de una embajada cultural de tanto peso como la ¨®pera Alemana de Berl¨ªn, desencaden¨® un esc¨¢ndalo considerable. El director general de la ¨®pera Alemana, G?tz Friedrich, vol¨® inmediatamente a Israel para tratar de reparar el da?o causado por el contrabajo, al que despidi¨® en el acto. Friedrich, el director musical de la ¨®pera Alemana, Rafael Fr¨¹hbeck de Burgos, y los miembros de la orquesta se apresuraron a pedir disculpas a sus anfitriones. Los dirigentes del grupo se manifestaron "conmovidos, indignados y avergonzados" por la conducta de uno de los m¨²sicos, "afectados porque un miembro de la orquesta haya da?ado con su conducta el buen trato recibido durante la gira y el camino de entendimiento entre Alemania e Israel y haya ofendido de la manera m¨¢s grave a Israel". En su declaraci¨®n, la orquesta condena y se distancia "con toda consecuencia de la conducta de esa persona".
Los peri¨®dicos de Israel dedicaron, tras el incidente, comentarios poco gratos a la"¨®pera horrible" y "¨®pera desentonada". Uno de los peri¨®dicos public¨® incluso la factura con la firma del siniestro Hitler. En la actuaci¨®n de la Opera Alemana que sigui¨® al incidente, un grupo de supervivientes del holocausto se manifest¨® a la entrada del teatro con pancartas contra el antisemitismo. Diplom¨¢ticos alemanes en Israel se mostraron indignados con el incidente, y uno de ellos coment¨®: "Ese gamberro borracho destroz¨® 10 a?os de trabajo de acercamiento entre los dos pa¨ªses".
El m¨²sico abandon¨® a toda prisa Israel y regres¨® a su domicilio en Berl¨ªn, adonde lleg¨® en un taxi. Seg¨²n informaciones de portavoces de la ¨®pera berlinesa, el m¨²sico hab¨ªa viajado en varias ocasiones a Israel, donde incluso hab¨ªa dado clases a algunos alumnos, y pensaba regresar el a?o pr¨®ximo. A su regreso a Berl¨ªn, el contrabajo advirti¨® la presencia de fot¨®grafos en las cercan¨ªas de su domicilio y sigui¨® viaje en el taxi. Seg¨²n la agencia alemana DPA, en el tel¨¦fono de la casa del contrabajo s¨®lo respond¨ªa ayer el contestador autom¨¢tico.El incidente con Gerd Reinke no es el primero de este tipo que provoca un artista alem¨¢n en el extranjero. Hace unos meses, Harald Junke, uno de los actores m¨¢s populares de Alemania, agredi¨® en Estados Unidos a un vigilante negro de su hotel con la expresi¨®n "Hitler habr¨ªa acabado con vosotros". Tras varios d¨ªas de esc¨¢ndalo y amenazas de despido por parte de la televisi¨®n alemana, Junke pudo seguir su rodaje de una serie en la Rep¨²blica Dominicana. En el caso de Junke, la eximente de alcoholismo sirvi¨®, porque sus crisis son notorias y comidilla habitual de la prensa amarilla alemana. A Reinke no parece que el consumo de cerveza le libre del despido. Cuando se encuentran de por medio seis millones de muertos, no queda espacio para bromas.
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