El dictador converso
NO ES habitual que un antiguo dictador tenga empe?o en pasar a la historia como dem¨®crata. Entre los ex dictadores militares de Argentina o Chile no se encuentra tal af¨¢n. Pero el boliviano Hugo B¨¢nzer tiene, por segunda vez, esta oportunidad, tras haber sido su partido, la conservadora Acci¨®n Democr¨¢tica Nacionalista (ADN) el m¨¢s votado el pasado domingo.El ex general B¨¢nzer fue dictador de Bolivia entre 1971 y 1978. Es uno de los cl¨¢sicos de las dictaduras latinoamericanas de los setenta, junto con nombres siniestros como el argentino Videla o el chileno Pinochet. Su evoluci¨®n posterior ha sido bien diferente. Tras haber sido depuesto en un golpe de Estado, y en particular desde que en 1982 Bolivia fue uno de los pa¨ªses pioneros de la regi¨®n en una cierta democratizaci¨®n, B¨¢nzer ha intentado lavar su nombre. Las conversiones a la democracia deben ser bienvenidas. Aunque, en raz¨®n de su pasado tenebroso, la credibilidad democr¨¢tica de B¨¢nzer siempre estar¨¢ envuelta en una niebla.
A sus 71 a?os sabe que es su ¨²ltima oportunidad. Ya en 1985 vio frustrado su anhelo. En 1989, B¨¢nzer dio sus votos para apoyar la presidencia del socialdem¨®crata Jaime Paz Zamora, a quien hab¨ªa perseguido durante la dictadura. Hoy, una vez cicatrizadas las heridas, Paz Zamora y su Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) le pueden devolver el favor.
En Bolivia, de no lograr un partido m¨¢s de la mitad de los votos, son los candidatos de las dos formaciones m¨¢s votadas los que pueden aspirar a la presidencia, siempre que cuenten con una mayor¨ªa en el Parlamento, lo que se presta a alianzas de diverso signo. La cuesti¨®n ha de cerrarse el 6 de agosto. A pesar de la visi¨®n cr¨ªtica de B¨¢nzer hacia unas privatizaciones que han puesto importantes empresas en manos extranjeras, lo l¨®gico ser¨ªa una coalici¨®n de los dos partidos conservadores, la ADN y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), actualmente en el Gobierno, segundo en los comicios. Pero los golpes bajos impiden cerrar por ahora tal alianza. Por el contrario, lo que parece surgir es un reencuentro entre el antiguo dictador y su v¨ªctima.
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