Vargas Llosa: "Junto al Retiro empec¨¦ 'La ciudad y los perros"
Una multitud se acerca a ver a sus escritores favoritos
Mario Vargas Llosa hizo memoria ayer ante unas 300 personas en la carpa situada en la plaza del ?ngel Ca¨ªdo, en la Feria del Libro de Madrid, dentro del ciclo El autor y sus lectores, que organiza la editorial Alfaguara. Y muchos de los presentes se sor prendieron cuando el escritor peruano rememor¨® que muy cerca de all¨ª, en un bar llamado El Jute, en la calle del Doctor Castelo, comenz¨® a escribir La ciudad y los perros, mirando hacia el parque del Retiro. El mismo bar adonde le llevaron la noticia de que hab¨ªa, ganado su primer premio literario.
Aquel galard¨®n, el Leopoldo Alas, lo mereci¨® por un libro de cuentos titulado Los jefes, que ya siempre le viene a la memoria con ese viejo bar y con los recuerdos de un Madrid "ciscuro" en el que sobrevivi¨® gracias a una beca; en los a?os cincuenta, cuando acababa de dejar la adolescencia. A las mesas de El Jute regresar¨ªa despu¨¦s con Los cuadernos de don Rigoberto, novela que hoy firmar¨¢ en la Feria (por la ma?ana, caseta de la Casa del Libro; por la tarde, caseta de la librer¨ªa Crisol). "En esa novela", cont¨® ayer Vargas Llosa a sus lectores, "el amor es fundamental, y el amor f¨ªsico tambi¨¦n. Don Rigoberto reclama entre los derechos humanos el derecho a gozar. La mera satisfacci¨®n de los instintos, sin embargo, es pobre; y puede ser sublimada, seg¨²n Don Rigoberto, por la cultura. Y eso es lo que le permite al personaje, y acaso a todo el mundo, ser menos inf¨¦liz".Con las firmas de Los cuadernos de don Rigoberto y de otras obras, Vargas Llosa se sumar¨¢ hoy, pues, al rito anual de los autores que se acercan a su p¨²blico.
"Debe de resultar cansado estar todo el rato firmando ah¨ª en el altar". La frase que una se?ora madura le lanza a una escritora de ¨¦xito resume la actitud con la que muchos lectores se aproximan a sus ¨ªdolos. A mitad (le camino entre el pudor respetuoso y el morbo por comprobar 3i los autores, al natural, est¨¢n a la altura de sus obras, una multitud invadi¨® ayer el Retiro para visitar la Feria del Libro. En medio de churrer¨ªas y pabellones de nuevas tecnolog¨ªas, con los tambores de un grupo del Hare Krishna que se confunde con la megafon¨ªa, 114 escritores es certificaron en el bazar de la feria el rito de la venta directa con la consabida frase de "a Fulanito de Tal, con cari?o".
En un aut¨¦ntico zoco, en una suerte de democracia cultural, conviven Ignacio Sierra y su C¨®mo tener un perro y no perder la cabeza con el ex ministro Jos¨¦ Barrionuevo y sus 2.001 d¨ªas en Interior, los libros del sistema Braille para ciegos con los dibujos de Ib¨¢?ez o de Forges.
Carlos Castilla del Pino, ganador del ¨²ltimo Premio Comillas con Pret¨¦rito imperfecto (Tusquets), aclara que todo tipo de p¨²blico compra su libro: "Y no s¨®lo los de mi quinta, sino tambi¨¦n j¨®venes". Unos metros m¨¢s all¨¢, Antonio Mu?oz Molina no descompone el gesto ante la cola de lectores que aguardan unas frases estampadas en las p¨¢ginas de Plenilunio. En la misma caseta, su mujer, Elvira Lindo, deja constancia de su caligraf¨ªa en los ejemplares del popular Manolito gafotas.Rosa Montero, en cabeza
La que firma como una descosida es Rosa Montero, que se ha colocado con La hija del can¨ªbal (Espasa) en el n¨²mero uno de ventas de la Feria del Libro hasta el pasado 4 de junio, seg¨²n datos de los organizadores. Los Poemas de amor (Planeta-Espasa-C¨ªrculo de Lectores), de Antonio Gala, figuran en el segundo lugar. En los siguientes se colocan El capit¨¢n Alatriste (Alfaguara), de Arturo P¨¦rez Reverte; Plenilunio (Alfaguara), de Antonio Mu?oz Molina; Olvidado rey Gud¨² (Espasa), de Ana Mar¨ªa Matute; Nunca podr¨¢s volver a casa (Planeta), de Jos¨¦ Mar¨ªa Carrascal; Un calor tan cercano (Alfaguara), de Maruja Torres, y Doy mi palabra (Espasa), de Jaime Campmany.La Feria concluye el 15 de junio. Desde su apertura, el 30 de mayo, la han visitado 650.000 personas.
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