Magn¨ªfico profesor y cient¨ªfico apasionado

El martes 3 de junio la comunidad cient¨ªfica espa?ola recibi¨® la triste noticia del fallecimiento del profesor Salvador Velayos Hermida, catedr¨¢tico de F¨ªsica de la Universidad Complutense de Madrid. Muchos de mis colegas pueden hablar de ¨¦l con mayor conocimiento que yo, pues fueron colaboradores directos de Salvador Velayos, magn¨ªfico profesor y cient¨ªfico apasionado. Como alumno que fui de Salvador Velayos y como investigador y docente en activo, quisiera rendir un homenaje a su labor y, sobre todo, al haber sido capaz de mantener la ilusi¨®n por la investigaci¨®n y la buena docencia durante un largo y dif¨ªcil periodo.Quiz¨¢ con los baremos que hoy usamos para valorar nuestra actividad cient¨ªfica: n¨²mero de publicaciones en revistas internacionales, ¨ªndice de impacto (le las mismas, ¨ªndice de citaci¨®n, etc¨¦tera. El profesor Velayos no aparecer¨ªa en los primeros lugares del ranking. Fue un magn¨ªfico experimentalista, pero con escas¨ªsimos medios a consecuencia de la guerra civil, lo que no le permiti¨® destacar en el ¨¢mbito internacional de acuerdo con su gran val¨ªa. Pero la falta de medios y de ambiente propicio para un trabajo cient¨ªfico, creativo era inversamente proporcional a su entusiasmo por seguir manteniendo, d¨¦bil pero con vida, el ¨¢nimo y la ilusi¨®n por el trabajo cient¨ªfico. Gracias a esa ilusi¨®n, y alrededor de ella, se pudo mantener en varias generaciones la llama de la investigaci¨®n encendida. El despertar que la f¨ªsica espa?ola experimenta en la d¨¦cada de los setenta debe mucho a esa labor que durante a?os realiz¨® el profesor Velayos en las aulas y en los laboratorios de magnetismo de la Facultad de F¨ªsica de la Universidad Complutense. Disc¨ªpulos suyos son hoy d¨ªa destacados investigadores en el ¨¢rea de la f¨ªsica de s¨®lidos, y en particular en magnetismo, con reconocido prestigio nacional e internacional.En la memoria de los que fuimos alumnos suyos siempre permanecer¨¢ la imagen de aquel profesor que explicaba la f¨ªsica con entusiasmo, que la pon¨ªa en escena, pues la clase siempre ten¨ªa algo m¨¢gico, con el calor necesario para entusiasmar e ilusionar a los j¨®venes, aspecto fundamental para poderse llamar profesor, Salvador Velayos lo fue. Por su calidad docente y cient¨ªfica, y por el entusiasmo que pon¨ªa en su trabajo es por lo que hoy, despu¨¦s de muchos a?os, es recordado y admirado y lo ser¨¢ siempre.

Queda el consuelo de que la manera de entender y hacer la docencia e investigaci¨®n del profesor Velayos tiene, por suerte, continuidad en la Universidad espa?ola por los muchos investigadores que con ¨¦l se formaron alrededor del ¨¢rea del magnetismo. Con su recuerdo, su nombre lo veremos siempre a la salida de Madrid en el prestigioso Instituto de Magnetismo Salvador Velayos- .