Rold¨¢n dio orden de que las obras fuesen de su "exclusiva" competencia
Luis Rold¨¢n contin¨²a protegiendo con sus declaraciones a sus compa?eros de banquillo. Ayer le toc¨® el turno al general Manuel Llaneras Baquero, ex responsable de obras de la Guardia Civil y procesado por presunto tr¨¢fico de influencias. Seg¨²n Rold¨¢n, el fulgurante ascenso profesional de Llaneras fue legal y en el mandato de este ¨²ltimo las adjudicaciones de obras se hicieron con id¨¦ntico sistema al de anteriores mandos. La instrucci¨®n del sumario demuestra, en cambio, todo lo contrario.
El servicio de Acuartelamiento (obras) del instituto armado fue el aut¨¦ntico flil¨®n del enriquecimiento il¨ªcito de Rold¨¢n. Con la excusa de mejorar las condiciones de vida de los guardias civiles, el procesado puso en marcha un plan de reforma y nueva construcci¨®n de 52 casas cuartel por toda Espa?a que cost¨® m¨¢s de 80.000 millones de pesetas.Pero para llevar a cabo su plan, el entonces jefe de la Guardia Civil tuvo que apartar a los oficiales que pudieran estorbarle y controlar personalmente las adjudicaciones de obras. As¨ª, retir¨® de la circulaci¨®n al coronel Pino Sargado y al teniente coronel Baltasar Cerezal, que hasta su llegada a la direcci¨®n gestionaban ese departamento. El primero pas¨® a la reserva a pesar de que no hab¨ªa cumplido la edad reglamentaria. El siguiente paso de Rold¨¢n fue promover, el 3 de mayo de 1988, el ascenso de Llaneras a coronel jefe del Servicio de Acuartelamiento.
Una semana antes, el 25 de abril, Rold¨¢n dirigi¨® un escrito al general F¨¦lix P¨¦rez Navas, subdirector de la jefatura de Apoyo, y le comunic¨® que en lo sucesivo todos los asuntos del servicio de obras ser¨ªan responsabilidad "exclusiva" del director. Desde entonces, al general P¨¦rez Navas empezaron a llamarle a sus espaldas "P¨¦rez Nada" y comenzaron a adjudicarse las obras sin concurso y mediante adjudicaci¨®n directa. El procesado neg¨® ayer todos estos extremos.
A preguntas de Marcos Garc¨ªa Montes, representante de la acci¨®n popular promovida por Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Mateos, Rold¨¢n neg¨® haber tenido conocimiento de los informes de Fernando Mart¨ªnez Genique, interventor de Hacienda en Interior, quien denunci¨® en los a?os 1987, 1988 y 1990 que en la Guardia Civil se daban las obras siempre a las mismas constructoras. Estos informes fueron enviados a Jos¨¦ Luis Corcuera, entonces ministro del Interior, quien a su vez se los remiti¨® al procesado. %Por qu¨¦ condecor¨® a este interventor con la medalla al m¨¦rito militar con distintivo blanco? ?Lo hizo para acallarlo?", pregunt¨® el letrado. "No, lo hice porque era una persona peculiar", respondi¨® Rold¨¢n.
El ex director de la Guardia Civil volvi¨® a defender sus falsos t¨ªtulos universitarios, a los que anadi¨® un gal¨®n nuevo e igualmente inexistente: la direcci¨®n de la empresa de metalister¨ªa Carlos Navarro SA en Zaragoza, en la que s¨®lo lleg¨® a jefe de taller.
Ma?ana est¨¢ previsto que le interrogue su abogado defensor y, entre otras estrategias previstas, destaca la exhibici¨®n de una carta que su esposa, Blanca Rodr¨ªguez-Porto, entreg¨® a Antonio Asunci¨®n despu¨¦s de que Rold¨¢n iniciase su fuga. En la carta se quejaba de que el secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Cipri¨¢ Ciscar, lo expulsara del partido y amenazaba con desvelar donde estaban las cuentas de Filesa. "Las cuentas del extranjero no s¨®lo sirvieron para recoger gratificaciones, sino tambi¨¦n para pagar los informes de Kroll, Conde o unas compras de armas en Sur¨¢frica, as¨ª como indenmizaciones por servicios prestados", dec¨ªa la misiva, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n.
Ayer, el Tribunal Supremo desestim¨® la petici¨®n de Blanca Rodr¨ªguez-Porto para que se juzgue a los constructores que pagaron las comisiones de obras y cuyos delitos han prescrito.
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