Diamanda Gal¨¢s convierte el 'blues' en una misa f¨²nebre
La cantante presenta su ¨²ltimo trabajo, 'Malediction and prayer'
Cuando Diamanda Gal¨¢s canta blues, lo devuelve como una pesadilla, como el lamento de los sometidos. Su voz es un quej¨ªo g¨®tico lanzado al rostro el poder. Malediction and prayer, ¨²ltimo trabajo de la artista estadounidense de origen griego, se estren¨® el s¨¢bado en el teatro Cervantes de M¨¢laga en su ¨²nica actuaci¨®n en Espa?a. Lo define como "una misa f¨²nebre interiorizada" donde presta su voz "a los que sufren".
Diamanda Gal¨¢s canta en ingl¨¦s, franc¨¦s, italiano, griego y espa?ol versiones inquietantes y mestizas de blues de B. B.King, Willie Dixon, Johnny Cash o Mahalia Jackson, melod¨ªas tradicionales italianas, griegas, egipcias y composiciones propias sobre poemas de Baudelaire, Pasolini, Michaux o el poeta guerrillero salvadore?o Miguel Mixco, que hablan de la muerte.Su nuevo espect¨¢culo se aleja de sus impactantes rituales teatrales ( Vena cava, Plague mass) asociados a la est¨¦tica sat¨¢nica. Pero sus obsesiones siguen siendo las mismas: la muerte, el dolor, el sida, dar testimonio de los que sufren o la b¨²squeda de la verdad. Malediction es un espect¨¢culo m¨¢s contenido. En ¨¦l Gal¨¢s entra a oscuras en el escenario, vestida de cuero negro. Se sienta frente a un piano iluminado con un tenue haz de luz. A veces lo golpea como si fuese un ata¨²d, otras lo distorsiona para sugerir un sonido delirante. Su rostro se transforma desde el dolor a la serenidad y a veces parece una Medea vengativa y terrible. De su garganta privilegiada (tres octavas y media de tesitura vocal) salen voces y timbres desgarrados e inauditos. Cuando canta parece la pesadilla de Mar¨ªa Callas.
La artista asegura que "en Espa?a entienden mejor esta m¨²sica porque tienen el flamenco". Y asocia su forma de cantar -"un proceso f¨ªsico que me transforma a m¨ª y al que escucha"- a la de los cantaores. "Me encantar¨ªa cantar flamenco, tiene mucho que ver con canciones griegas o ¨¢rabes: cuando escuch¨¦ por vez primera a Camar¨®n en Barcelona sent¨ª que su voz era milagrosa", asegura.
"Las m¨²sicas nacidas del pueblo tienen la misma ra¨ªz, y son de las pocas armas que les quedan a los d¨¦biles. En Grecia y otros pa¨ªses se est¨¢n perdiendo: es que al poder le gustar¨ªa que todos fu¨¦ramos Michael Jackson", dice.
Una Gal¨¢s inesperadamente encantadora asegura que ha moderado su "terrible temperamento" fuera del escenario, ya que, a?ade, "me ha hecho perder amigos". Sin embargo, sigue sin importarle que la asocien con el diablo. "El poder llama diablo a la verdad que se lo cuestiona. ?Cantar con muchas voces, en muchas lenguas, desde muchos rostros es ser el diablo? Es falso que tengamos una sola voz: yo canto las voces que escucho dentro, pero soy testigo antes que cantante, y testigo en griego se dice martiryon. Tengo muchos amigos que han muerto de sida, gente que sufre torturas; hay pueblos, como los kurdos, perseguidos y sin hogar, y es necesario dar testimonio de eso".
La actriz, cantante, escritora, pianista y compositora aprovecha para recordar la idea que alienta a su nuevo trabajo: "Es el canto de los que sufren y dicen a los poderosos 'ahora no tengo el poder; pero ma?ana, ten ciudado'. Esa es la maldici¨®n y ¨¦sas son las oraciones que canto".
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