Salud P¨²blica recomienda vacunar de meningitis s¨®lo en Madrid Pa¨ªs Vasco y Extremadura
La mortalidad y la incidencia geogr¨¢fica han pesado m¨¢s que la tasa por habitante
Un mill¨®n de madrile?os entre los 18 meses y 19 a?os, 370.000 ni?os y j¨®venes en el Pa¨ªs Vasco y 253.000 en Extremadura ser¨¢n vacunados de meningitis C en oto?o si prospera la recomendaci¨®n consensuada ayer en Oviedo por los directores auton¨®micos, de Salud P¨²blica. Son las tres comunidades donde, aun por debajo de los estrictos criterios epidemiol¨®gicos de 10 casos por 100.000 habitantes, s¨ª se cumplen otras condiciones descritas por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud: la dispersi¨®n geogr¨¢fica, la mortalidad y el claro aumento de casos.
Las dos jornadas cient¨ªficas previas a la decisi¨®n pol¨ªtica han clarificado la situaci¨®n para los directores de Salud P¨²blica que elevar¨¢n su pro puesta al Consejo Interterritorial de Sanidad en los pr¨®ximos d¨ªas. Con su apuesta han descartado una vacunaci¨®n masiva y homog¨¦nea en toda Espa?a, siguiendo los criterios expuestos por la mayor¨ªa de las sociedades cient¨ªficas y la propia OMS, y basados en los actuales datos de incidencia, 4,14 casos por 100.000 habitantes. Con estas cifras han entendido que "Espa?a no est¨¢ en la actualidad cerca de una situaci¨®n que aconseje una vacunaci¨®n masiva en todo el territorio". Matizan, sin embargo, que "se observa una tendencia, geogr¨¢ficamente desigual, de incremento de la tasa de in cidencia de enfermedad meningoc¨®cica", en concreto una mayor intensidad de una nueva cepa del serogrupo C.
Madrid calcula que al final de esta temporada llegar¨¢ a una tasa de seis casos por 100.000 habitantes y adem¨¢s en esta comunidad ya est¨¢ va cunada una buena parte de la poblaci¨®n infantil, como con secuencia de la alarma social vivida el pasado mes de febrero. La situaci¨®n madrile?a tuvo eco en toda Espa?a hasta el punto de que, en apenas un mes, Sanidad distribuy¨® 1,5 millones de dosis (1.900 pese tas unidad en Farmacia) entre todas las comunidades que lo solicitaron, muchas de las cuales est¨¢n en estos momentos en las neveras familiares. El Pa¨ªs Vasco ya vino a la reuni¨®n de Oviedo con la decisi¨®n de vacunar masivamente a su poblaci¨®n de riesgo por una recomendaci¨®n firme del comit¨¦ de vacunaciones de Euskadi, seg¨²n explic¨® su director de Salud P¨²blica.
Con estas nuevas comunidades ser¨¢n seis las que despu¨¦s de este oto?o habr¨¢n procedido a una vacunaci¨®n rutinaria. Galicia, La Rioja y Cantabria lo hicieron la temporada pasada y siguen vacunando a los ni?os que acaban de cumplir los 18 meses. Murcia no ha querido comprometerse a¨²n hasta no valorar mejor su situaci¨®n epidemiol¨®gica.
Registro nacional
Aunque se descarta de momento una vacunaci¨®n masiva a nivel nacional, el documento aprobado ayer recoge la posibilidad de vacunaciones locales o regionales, all¨ª donde la situaci¨®n epidemiol¨®gica lo aconseje. Las diferencias de incidencia de meningitis C en las regiones espa?olas han quedado patentes en esta reuni¨®n. Pero lo cierto es que el serogrupo aumenta por lo que la comisi¨®n de Salud P¨²blica se ha comprometido a analizar la evoluci¨®n cada semana por si hubiera que cambiar de criterio en algunas zonas, y a tener un registro centralizado de todos los casos que se vayan produciendo a nivel nacional.En estos momentos las tasas de incidencia, exceptuando Cantabria y Galicia antes de la vacunaci¨®n con 10 y 12 casos por 100.000, en el resto de las comunidades no llega a cinco por 100.000. En la mayor¨ªa de ellas el serogrupo C causa m¨¢s del 70% de todos los casos de meningitis.
Las caracter¨ªsticas de las actuales vacunas disponibles contra la meningitis C han sido un argumento de peso a la hora de tomar la decisi¨®n de vacunaci¨®n selectiva. Su nula eficacia en ni?os menores de 18 meses y reducida en menores de seis a?os llev¨® a los directores de Salud a aconsejar "limitar su uso a ciertas situaciones".
Prototipos
Ning¨²n experto nacional o internacional quiere poner hoy la mano en el fuego sobre las consecuencias en el futuro de una vacunaci¨®n masiva con las vacunas de que se dispone, de ah¨ª que la OMS no lo haya recomendado para ning¨²n pa¨ªs. La esperanza es que en estos momentos se est¨¢n desarrollando varios prototipos en el mundo de vacunas conjuga das con memoria inmunol¨®gica y es previsible que, en el plazo de tres a cinco a?os, es tos nuevos ant¨ªdotos eviten una enfermedad dram¨¢tica y mortal.
El s¨ªndrome del vecino
El desasosiego en estos d¨ªas de los responsables de Salud P¨²blica espa?oles est¨¢ justificado por la dif¨ªcil tesitura pol¨ªtica de asumir la vacunaci¨®n en una comunidad y desecharla en la vecina. Un caso claro va a ser Asturias, que ha decidido no vacunar frente a sus comunidades lim¨ªtrofes Galicia y Cantabria que s¨ª lo han hecho.Canad¨¢, donde se hizo una vacunaci¨®n masiva en dos provincias en 1992, ya bautiz¨® esta situaci¨®n como "el s¨ªndrome del vecino". All¨ª se registr¨® un fen¨®meno curioso. En Quebec, con inmunizaci¨®n masiva, y en Ontario, s¨®lo en zonas localizadas, la evoluci¨®n de la epidemia fue la misma hasta su desaparici¨®n, tres a?os m¨¢s tarde, lo que sugiere una posible influencia del curso natural de la infecci¨®n.
La diferencia con Espa?a, tal y como reconoci¨® el representante canadiense, Dan Kartesz, es que all¨ª se empez¨® a vacunar en periodo de claro descenso epid¨¦mico y aqu¨ª los datos apuntan al inicio de un ciclo ascendente.
Cuando se empiece a dar alg¨²n caso aislado en alguna provincia ?c¨®mo explicar a los ciudadanos que all¨ª no se vacun¨® porque la incidencia es baja? ?ste es el gran dilema de los pol¨ªticos. Intentar¨¢n combatirlo de dos formas. Primero recomendando que la vacunaci¨®n, all¨ª donde se haga, abarque territorios uniformes. Y, segundo, comprometi¨¦ndose a mantener un programa de informaci¨®n dirigido tanto a profesionales como. a la poblaci¨®n general. El representante de la OMS Norman Begg, les record¨® que la falta de informaci¨®n "es igual a p¨¢nico".
Algunos representantes de sociedades cient¨ªficas expusieron, no obstante, un problema que puede presentarse en Espa?a en los pr¨®ximos meses. Los m¨¦dicos no pueden negar la vacuna si un padre concreto la solicita y, adem¨¢s, muchos de ellos se han mostrado ya firmes partidarios de la inmunizaci¨®n. Por otra parte, las vacunas ya est¨¢n a la venta en las farmacias, al acceso de toda la poblaci¨®n. Esto podr¨ªa disparar una vacunaci¨®n desordenada, no cient¨ªfica y por tanto, fuera de control de la vigilancia epidemiol¨®gica.
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