El plan inicial de las instituciones era a?adir cuatro nuevos poblados de realojamiento a los nueve actuales

Los barrios de casas bajas ha sido una de las opciones utilizadas para albergar a chabolistas gitanos desde los primeros tiempos del Consorcio para el Realojamiento de la Poblaci¨®n Marginada, en 1986. Entonces se plantearon como una alternativa para familias que viv¨ªan de la chatarra o de la venta de fruta, con lo que iban a tener un dif¨ªcil acomodo en un piso.Tambi¨¦n se presupon¨ªa que hay sectores del pueblo gitano que prefer¨ªan vivir as¨ª, como en una aldea y todos juntos. Una ¨²ltima explicaci¨®n para justificar estas barriadas segregadas era que un buen n¨²mero de familias necesitaba un periodo de adaptaci¨®n antes de ir a un piso.

Diez a?os despu¨¦s, la realidad es m¨¢s s¨®rdida. Los planes de realojamiento han sufrido reiterados retrasos e incumplimientos, las actividades tradicionales de los chabolistas gitanos -como la venta de fruta por las calles o de chatarra- han ca¨ªdo en picado, y la droga, como ha ocurrido en otros pa¨ªses, se ha ense?oreado de las favelas.

Una tercera parte de las 2.186 familias chabolistas censados por el consorcio hace a?os, y por tanto incluidos en los planes de realojamiento, han acabado viviendo en aquellos poblados de casas bajas que se plantearon como una alternativa. Y de los nueve n¨²cleos de este tipo que existen ahora, seis definitivos y construidos con ladrillos y hormig¨®n y tres provisionales de barracones, casi todos se han convertido en guetos de venta de droga y marginalidad.

El rechazo vecinal que han ido provocando estos asentamientos ha llevado a que cada vez se construyan en lugares m¨¢s alejados. Uno de los casos m¨¢s extremos es el de Las Mimbreras, en medio de una tierra de nadie, junto al aer¨®dromo de Cuatro Vientos, donde viven 39 familias en prefabricados.

En 1995, cuando quedaban por realojar 895 familias chabolistas censadas, el Ayuntamiento y la Comunidad, entonces gobernados por el PP y el PSOE, respectivamente, decidieron que s¨®lo se iba a construir un asentamiento m¨¢s en Las Mimbreras, junto al actual. Consideraron que estos n¨²cleos se degradaban, dificultando la integraci¨®n y generando rechazo vecinal.

Cuando el PP ocup¨® ambas instituciones decidi¨® seguir adelante con estos n¨²cleos. Argumentaba que sin ellos el ritmo de realojamientos ser¨ªa muy lento por falta de pisos suficientes. Se program¨® construir cuatro nuevos barrios de casas bajas. La Comunidad har¨ªa uno en la carretera de Barcelona para 84 familias y otro en Hortaleza, s¨®lo con 20 casas. El Ayuntamiento levantar¨ªa uno en la carretera de Valencia, para 120 familias y otro en Fuencarral, para 70.

Entre los planes figuraba tambi¨¦n ampliar El Ca?averal, algo que se hizo hace un a?o, pasando de 82 a 110 casetas; levantar 49 casas en La Rosilla (obra ya en marcha), y llevar a Las Mimbreras a otras 70 familias.