Juntos, pero no revueltos
M¨¢s de treinta centros culturales se unen para programar sus actividades en com¨²n, sin roces ni solapamientos
Los buenos bomberos no se pisan las mangueras. Los centros culturales de Madrid, tampoco; pero no las mangueras, sino las programaciones de sus actividades. ?ste es el objetivo a conseguir en breve por una treintena de centros culturales madrile?os, de propiedad p¨²blica y privada, de todo tama?o y condici¨®n, que van a integrarse en una plataforma estable de informaci¨®n mutua y p¨²blica con la que coordinar su oferta de actividades. As¨ª evitar¨¢n el solapamiento de actos, compartir¨¢n visitas, ahorarr¨¢n recursos y mejorar¨¢n, acompas¨¢ndolas, sus respectivas propuestas.La plataforma Madrid en com¨²n cualificar¨¢ as¨ª la vida cultural de la capital,que ser¨¢ programada cuatrimestralmente y anunciada mediante infomaci¨®n cuidada e impresa, con un mapa de los centros. Esta publicaci¨®n, con 30.000 ejemplares de tirada, ser¨¢ difundida en hoteles, aeropuertos, centros de espect¨¢culos y establecimientos p¨²blicos, seg¨²n explica Mar¨ªa Luisa Mart¨ªn Argila, antes vinculada al C¨ªrculo de Bellas Artes y actualmente coordinadora de esa plataforma.
Los centros asociados pagar¨¢n 150.000 pesetas anuales. A la compa?¨ªa Bassat, Ogilvy & Matters se le encomendar¨¢ la gesti¨®n de la comunicaci¨®n del grupo. Ya hay un patrocinador, dispuesto a proporcionar los primeros seis millones de pesetas de los diez largos con los cuales el proyecto ser¨¢ viable.
Para recibir la informaci¨®n de la iniciativa y vincularse a ella, representantes de 33 importantes centros asistieron la pasada semana a la Casa de Am¨¦rica, convocados por Rosa Reg¨¢s, mentora de la idea. All¨ª conversaron de las l¨ªneas generales del proyecto, sobre las cuales no hay, en principio, disenso, aunque quedan aspectos importantes por casar.
As¨ª, pese a las buenas intenciones, los problemas son evidentes: el acomodo entre los plazos cuatrimestrales adoptados y la programaci¨®n a corto plazo, frecuente en este escenario intelectual tan din¨¢mico; el estatuto de funcionamiento; la fiscalizaci¨®n de la gesti¨®n; la movilidad de listados de asociados y la disponibilidad a compartirlos o no son algunos de los detalles que hay que limar.
Adem¨¢s, otro frente de problemas deriva de la propia naturaleza de estas asociaciones, dado que pueden tener el mismo voto centros cultura les de tama?o muy di ferente. El riesgo de un voto censitario pende sobre la propuesta.
Aunque el proyecto ya tiene nombre, Madrid en com¨²n, en la reuni¨®n de la Casa de Am¨¦rica algunos propusieron concretar m¨¢s la denominaci¨®n y ponerle apellido: cultural, claro. La plataforma podr¨¢ adoptar cada cuatro meses una orientaci¨®n tem¨¢tica, la que resulte elegida tras su por los centros. Se barajan muchos emblemas o referencias tem¨¢ticas, desde el que abordar¨ªa el finisecular 98 visto una centuria despu¨¦s, hasta el cuarto centenario de la muerte de Felipe II o el Segundo Milenio.
La idea inicial fue ensayada el pasado enero por ocho grandes centros con el emblema entonces de Latinoam¨¦rica, el mismo que en la ¨²ltima edici¨®n de Arco. Entonces, los ocho primeros mentores se comprometieron a facilitar la extensi¨®n de la coordinadora al mayor n¨²mero posible de centros culturales. A¨²n no hay datos sobre el resultado de aquella apuesta, en la que estuvieron la propia Casa de Am¨¦rica, el Centro de Arte Reina Sof¨ªa, el C¨ªrculo de Bellas Artes, el Instituto de M¨¦xico, la Residencia de Estudiantes, Arco, la Comunidad de Madrid y la Direcci¨®n de Arquitectura de Fomento. A la ¨²ltima reuni¨®n acudieron el Museo del Prado, Bellas Artes de San Fernando, el C¨ªrculo de Lectores y la Fundaci¨®n Juan March, entre otras instituciones.
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