?Es un delito hablar catal¨¢n?

Soy una catalana de 26 a?os y desde hace ocho meses vivo en Madrid. El pasado domingo 1 de junio paseaba tranquilamente por Atocha con una amiga que hab¨ªa venido a visitarme, charlando en catal¨¢n, cuando un polic¨ªa que nos hab¨ªa o¨ªdo nos sigui¨® hasta la esquina y nos abord¨® con cara de pocos amigos: "?Me permiten su documentaci¨®n, se?oritas?". Tras la sorpresa inicial, le mostramos nuestros documentos nacionales de identidad y los observ¨® detenidamente, sin mediar explicaci¨®n alguna."?Qu¨¦ est¨¢n haciendo aqu¨ª?". "Pues estamos haciendo turismo", respondimos. Luego se dirigi¨® a m¨ª y me pregunt¨®: "?Ha estado usted alguna vez detenida?". Me entr¨® un ataque de risa, mezcla de rabia y sorpresa ante lo rid¨ªculo de la situaci¨®n. "?Qu¨¦ va! ?Claro que no!". "Pues podr¨ªa ser". Para quitar le?a al fuego, a?ado amablemente: "Somos de Barcelona y estamos visitando Madrid". "Yo estuve trabajando en L'Hospitalet, por desgracia m¨ªa", respondi¨® groseramente el polic¨ªa. Mi amiga y yo nos miramos at¨®nitas, y, ante la necedad, preferimos no decir nada.

Quiz¨¢ puedan pensar que es puro tr¨¢mite que un polic¨ªa pida la documentaci¨®n a un ciudadano, pero el motivo es muy sospechoso y me parece un abuso que lo haga por hablar en catal¨¢n. ?Qu¨¦ intentaba? Sin duda, intimidarnos y provocarnos con sus impertinencias y su entrometimiento. No se trata de meter a todos los polic¨ªas en el mismo saco, pues no ser¨ªa justo, pero s¨ª denunciar que a¨²n quedan individuos pat¨¦ticos y, lo que es peor, de las fuerzas de seguridad del Estado, que parecen sacados deja ¨¦poca franquista, cuando se persegu¨ªa a los catalanes por hablar en su lengua. Fuimos prudentes, s¨ª, pero ?qu¨¦ hubiera pasado si hubi¨¦semos respondido a sus provocaciones? ?Por qu¨¦ tenemos que aguantar situaciones bochornosas como ¨¦sta?.-