Un novillero acelerado
Luis Mariscal tiene prisa. Mucha prisa desde que hace el pase¨ªllo hasta que se arrastra el ¨²ltimo toro. Y ya se sabe: las prisas, para los delincuentes y los malos toreros. Que no quiere decir que Mariscal sea una cosa u otra, pero prisa tiene para parar un tren.En consecuencia, su actuaci¨®n no dej¨® nada para el recuerdo. Pas¨® por la Maestranza como un rayo, tan fugaz que ya pertenece al olvido. Se encerr¨® en la Maestranza con seis novillos y su ¨¦xito fue menor. Para triunfar como ¨²nico espada hay que ser muy buen torero, y a Mariscal le queda mucho camino por delante.
Es valiente, decidido y busca el triunfo con ansia; es batallador, apasionado, acelerado y atropellado. Est¨¢ sobrado de facultades f¨ªsicas, pero carece de serenidad, de sentimiento y de chispa. Mariscal es un digno profesional, pero tendr¨¢ que templar mucho si quiere que el triunfo de verdad le acompa?e.
Espartaco / Mariscal
Novillos de Espartaco, bien presentados, blandos, sosos y nobles. 7?, sobrero de regalo, devuelto por, inv¨¢lido y el sustituto, del mismo hierro.Luis Mariscal, ¨²nico espada: media perpendicular (oreja); estocada atravesada (ovaci¨®n); estocada trasera (silencio); med¨ªa baja (silencio); pinchazo y media (oreja); pinchazo y estocada (oreja); media, pinchazo y dos descabellos (palmas). Sali¨® a hombros por la Puerta del Pr¨ªncipe. Plaza de la Maestranza, 22 de junio. Media entrada.
Su actuaci¨®n global careci¨® de profundidad y su toreo, en general, fue superficial, por debajo de lo que el p¨²blico, plagado de partidarios, quiso ver con ovaciones atronadoras.
A pesar de las orejas, no hubo faena redonda ni detalle de aut¨¦ntica torer¨ªa. Es verdad que lo intent¨® con insistencia, pero le traicionaron las prisas. Recibi¨® a porta gayola a tres novillos y a los tres los capote¨® a velocidad de v¨¦rtigo. Particip¨® en quites con chicuelinas desastrosas y enganchadas. Aunque es verdad que alguna ver¨®nica result¨® larga y honda. Banderille¨® a dos novillos y s¨®lo coloc¨® de mala manera dos pares. Lo suyo no son los palos. Fall¨® repetidamente en unas escenas de escaso contenido torero. Con la muleta evidenci¨® los mismos defectos.
Los novillos no colaboraron, pero Mariscal no aprovech¨® las buenas embestidas del primero y del quinto, aburri¨® con los dem¨¢s, sosos y deslucidos, y se envalenton¨® ante el complicado sexto. Pidi¨® el sobrero y sali¨® inv¨¢lido. El sobrero del sobrero, tan blando como el anterior, tampoco le permiti¨® remontar un vuelo que quiso llegar muy alto y se qued¨® a ras de tierra.
Al final, Luis Mariscal sali¨® por la Puerta del Pr¨ªncipe, pero fue una salida devaluada, con muy escasos m¨¦ritos. Fue una salida triunfal para un torero de hoy, sin contenido, tan fugaz que ya est¨¢ pr¨¢cticamente olvidado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.