La oposici¨®n mexicana conf¨ªa en que la muerte de Fidel Vel¨¢zquez permita la democratizaci¨®n sindical

La muerte, el s¨¢bado, del nonagenario Fidel Vel¨¢zquez, el poderoso dirigente de la Confederaci¨®n de Trabajadores de M¨¦xico (CTM) desde hace seis d¨¦cadas, ha abierto las inc¨®gnitas sobre el futuro del sindicalismo mexicano, hasta ahora correa de transmisi¨®n del r¨¦gimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Mientras la oposici¨®n y las organizaciones obreras disidentes consideran inevitable la. democratizaci¨®n de los sindicatos, la vieja guardia de la CTM cierra filas.Por lo pronto, don Fidel ya dej¨® amarrado su legado. Ser¨¢ Leonardo Rodr¨ªguez Alcame, dirigente del gremio de los electricistas, el que ocupe su despacho. Rodr¨ªguez Alcaine, de 78 a?os, era en realidad el tercero en la l¨ªnea de sucesi¨®n, pero la fr¨¢gil salud de los dos primeros, de 92 y 84 a?os, le ha hecho saltar puestos. Las edades de los seis principales dirigentes de la CTM, con don: Fidel incluido, sumaban casi 500 a?os.

Con semejante panorama, y muerto el patriarca, el sector renovador ha empezado ya a mover sus fichas ante el congreso del sindicato, que se celebrar¨¢ en febrero de 1998. Al margen de que siga siendo un pilar del PRI, la CTM, con seis millones de afiliados, debe afrontar una profunda modernizaci¨®n para adecuarse a los nuevos tiempos, pero sobre todo para resta?ar su maltrecha imagen entre los trabajadores, que han visto c¨®mo su poder adquisitivo se reduc¨ªa en un 60% en los ¨²ltimos 16 a?os mientras sus dirigentes veneraban a los Gobiernos de turno.

No deja de resultar significativo que a los funerales de don Fidel, en los que algunos analistas ven de hecho las exequias del sistema que ha regido en M¨¦xico desde 1929, acudieran muchos pol¨ªticos del PRI, pero pocos afiliados.