"En Nueva York vas a por el pan en pijama y nadie se escandaliza"
Deambula por las calles de la ciudad luciendo con orgullo el traje regional de su pa¨ªs -gorra de b¨¦isbol, tejanos y deportivas-, y su cara refleja la alegr¨ªa de haber nacido en el pa¨ªs m¨¢s poderoso de la Tierra, donde sus ciudadanos vienen al mundo con un trabajo seguro: el de profesor de ingl¨¦s. El neoyorquino Christopher Corsitto, de 43 a?os, lleg¨® a Madrid en 1984. Ven¨ªa a pasar unos d¨ªas, pero decidi¨® ampliar su estancia al enterarse de lo que los madrile?os estaban dispuestos a pagar por aprender su idioma. No tuvo reparos en abandonar su carrera de periodista en Manhattan para ense?ar su lengua a una variada fauna madrile?a en la que abundan ejecutivos que buscan ascenso, directores y actores que sue?an con triunfar en Hollywood. Jorge Sanz, Fernando Trueba, Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro y Gran Wyoming son sus alumnos m¨¢s listos y aplicados. Adem¨¢s de las clases, Christopher ha adaptado guiones y subt¨ªtulos de pel¨ªculas como Belle ¨¦poque, Two much o Los peores a?os de nuestra vida, y ¨¦l mismo ha interpretado papeles, siempre de americano, en algunos filmes espa?oles.Pregunta. ?Qu¨¦ anima a un neoyorquino a viajar a Madrid?
Respuesta. Cuando era peque?o, mi abuela me llevaba al cine a Manhattan a ver pel¨ªculas de Joselito, el peque?o ruise?or, y me qued¨¦ fascinado del ni?o de la voz de oro. Ten¨ªa ganas de conocer el pa¨ªs donde nac¨ªan personajes como ¨¦l, como Marisol o El Cordob¨¦s. Cuando llegu¨¦ a Barajas, hace trece a?os, el taxista se qued¨® alucinado cuando le pregunt¨¦ por Joselito. El hombre no supo responderme.
P. Tras esta primera decepci¨®n, ?cu¨¢l fue su impresi¨®n de la ciudad?
R. Madrid me pareci¨® peque?¨ªsimo, pero pronto descubr¨ª que era un mundo mucho m¨¢s amplio del que imaginaba. Me sorprendi¨® el que hubiera un horario para hacer determinadas cosas: la hora del verm¨², de las ca?as, del caf¨¦ o de los vinos. Es una especie de ritual que no existe en mi pa¨ªs. Y desde otro punto de vista, ?nadie se preocupaba de los problemas del sida o del tabaco! Cre¨ªan que era una invenci¨®n norteamericana.
P. Los espa?oles tenemos fama de no estar muy dotados para los idiomas. ?Qu¨¦ tal nivel de ingl¨¦s tenemos los madrile?os?
R. No creo que sean especialmente torpes, pero ponen poco inter¨¦s.
P. ?Ha notado muchas diferencias de car¨¢cter entre sus paisanos y los madrile?os?
R. El neoyorquino es m¨¢s agresivo y lanzado, y tiene un sentido del humor m¨¢s corrosivo. El madrile?o es m¨¢s cerrado, y se preocupa demasiado por la pol¨ªtica y por su forma de vestir. En Nueva York vas a por el pan en pijama y nadie se escandaliza. Aqu¨ª se arreglan hasta para ir a la compra. Unos y otros nos creemos lo mejor de nuestro pa¨ªs, y nos enorgullecemos de ello.
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