Sobre 'El 98 que se nos viene encima'
He le¨ªdo con inter¨¦s, y no mucha sorpresa, el extenso art¨ªculo de Juan Goytisolo El 98 que se nos viene encima, y creo necesario comentar algunos de sus puntos. Estando de acuerdo (como muchos de los escritores aludidos) sobre la ambig¨¹edad de la denominaci¨®n generaci¨®n del 98, y en desacuerdo con las celebraciones, empezar¨¦ se?alando que dicha expresi¨®n no fue acu?ada por los especialistas del ramo, sino por el propio Azor¨ªn. Pero ¨¦ste es un error menor. Mucho m¨¢s sorprendente es el hecho de que pretendiendo denunciar el concepto de grupo agavillado, caiga a lo largo de toda su diatriba panfletaria en el mismo error de tratarlos como tal gavilla.Por razones personales, me referir¨¦ sobre todo a Unamuno, preguntando al se?or Goytisolo qu¨¦ entiende por recuperaci¨®n por parte del Movimiento Salvador: ?el ostracismo, la censura para publicar, la prohibici¨®n de homenajes en su centenario, la persecuci¨®n de que fue objeto su familia despu¨¦s de la victoria? ?D¨®nde est¨¢n el concurso de loas y admiraciones decretadas por la Espa?a oficial?
Un poco de seriedad, se?or Goytisolo. No se deje cegar por odios inexplicables. ?Sabe que el nacional-catolicismo, fundamentado seg¨²n usted en Unamuno (entre otros), conden¨® a ¨¦ste poniendo sus obras en el inefable ¨ªndice de libros prohibidos, y dedic¨¢ndole fulminantes anatemas como la de Pildain, obispo de Canarias, o la carta pastoral del obispo de Bilbao en 1964?
Pasemos ahora al envidioso rencor de dicho grupo respecto a las grandes figuras de la segunda mitad del siglo XIX. Me parece un tanto fr¨ªvolo dar como ¨ªndice de tal rencor el apelativo jocoso, si no de muy buen gusto, de "garbancero" que aplicaron a Gald¨®s algunos escritores (que no grupo) de la ¨¦poca, y con especial fruici¨®n don Ram¨®n Mar¨ªa del Valle-Incl¨¢n. Por otra parte, no ignora usted que el famoso estreno de Electra, de P¨¦rez Gald¨®s, fue organizado por Maeztu. Y que las relaciones personales de Gald¨®s con los escritores llamados del 98 fueron buenas, como lo atestiguan multitud de hechos y de escritos.
Pero donde Goytisolo rebasa los l¨ªmites es cuando habla del silencio ante el brutal alzamiento militar. Porque es imposible que ignore que Unamuno fue el ¨²nico intelectual que, con un valor escalofriante, se enfrent¨® en p¨²blico a un general franquista en plena guerra civil, enfrentamiento que pasa por alto para acusarle s¨®lo de su error inicial en julio del 36.
Hace muchos a?os que conozco sus posiciones, respetables en algunos casos, insostenibles en otros, pero siempre excesivamente agrias. Ante su art¨ªculo, un lector ingenuo podr¨ªa as¨ª culpar a la gavilla del 98 de los atropellos de los conquistadores o de los cr¨ªmenes de Milosevic.
Como ejemplo de nebulosa de ideas, que no de escritores, su art¨ªculo, se?or Goytisolo, no tiene desperdicio. Le puedo confesar que ley¨¦ndole he cedido a su costumbre de las extrapolaciones, y he pensado en el famos¨ªsimo libro del padre Ladr¨®n de Guevara Novelistas malos y buenos, que le¨ªamos de j¨®venes con gran regocijo los estudiantes de mi generaci¨®n, que es tambi¨¦n la suya.-
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