Milles de empresas japonesas celebran su junta de accionistas simult¨¢neamente para evitar chantajes

A las diez en punto de la ma?ana de ayer, 2.355 grandes y medianas empresas japonesas iniciaban su cita anual con los accionistas. Con su puntualidad, los directivos de ¨¦sas empresas trataban de evitar la intervenci¨®n de los sokaiyas o "revientajuntas", personas vinculadas a organizaciones mafiosas que chantajean a las empresas a cambio de no hacer preguntas inc¨®modas a sus gestores. Sin embargo, esta situaci¨®n ha sumido en una profunda ley del silencio a los accionistas normales, que no tuvieron la oportunidad de cuestionar a los directivos en un a?o plagado de esc¨¢ndalos.

La polic¨ªa moviliz¨® m¨¢s de 10.000 inspectores para tratar de identificar a los reventadotes. La actuaci¨®n de los revientajuntas o sokaiyas ha salpicado de esc¨¢ndalos a dos de las mayores instituciones financieras de Jap¨®n, el banco Da? Ichi Kangyo y la sociedad de valores y Bolsa Nomura Securities, que presuntamente pagaron a los mafiosos a cambio de su silencio en anteriores juntas de accionistas.El nuevo consejero delegado del Da? Ichi Kangyo, Katsuhiko Kondo, emple¨® ayer 10 minutos en presentar sus excusas a los accionistas por el deshonor de sus antecesores en la direcci¨®n de la entidad y anunci¨® un cambio completo del consejo.

Kondo reconoci¨® que 7.500 millones de yenes (9.570 millones de pesetas), de los cerca, de 15.370 millones de pesetas en pr¨¦stamos irregulares que desaparecieron del banco, fueron a parar a uno de esos sokaiyas o profesionales de la extorsi¨®n, con los que se pretende terminar con las juntas simult¨¢neas.En la misma l¨ªnea actuaron los ejecutivos de Nomura Securities. Su junta. dur¨® tres horas y 20 minutos, dedicadas casi ¨ªntegramente a la petici¨®n de disculpas a los accionistas. Las largas intervenciones formaban parte de la t¨¢ctica dise?ada para poner fin a la actuaci¨®n de los sukaiyas.

De paso, sirvieron para aburrir a los accionistas, que en la mayor¨ªa de las ocasiones se limitaron a aplaudir la gesti¨®n de los responsables y la cuentas de resultados, aprobadas de antemano porque se vota por correo.

El a?o pasado, cuando a¨²n la intervenci¨®n de los sokaiyas no estaba tan estrechamente vigilada, la duraci¨®n media de las juntas no superaba los 40 minutos de media. Un estudio del Centro de Leyes de Comercio revel¨® que en el 85,3% de las ocasiones, los accionistas minoritarios no' hacen ninguna pregunta.

Por si alguno de los sokaiyas era capaz de resistir los discursos, la polic¨ªa moviliz¨® m¨¢s de 10.000 inspectores en las 2.355 juntas, que representan el 88% de las convocadas este mes. en Jap¨®n. Al t¨¦rmino de la jornada se hab¨ªan identificado a 86 reventadores en 34 juntas. La importancia de la presencia de los sokaiyas qued¨® probada en la junta de Sony de 1984, que dur¨® m¨¢s de 13 horas a causa de las continuas intervenciones de accionistas vinculados a grupos mafiosos.