Los Delclaux han pagado 1.000 millones por la liberaci¨®n de Cosme y deben entregar otros 500

Los gritos de "Cosme, Cosme" hicieron volver el rostro al joven ataviado con ch¨¢ndal y zapatillas que sal¨ªa de la furgoneta de la Ertzaintza. Antes incluso de abrazar a su familia, Cosme Delclaux se volvi¨® hacia los periodistas y con los brazos en alto exclam¨®: "Os quiero". Fueron sus primeras palabras p¨²blicas despu¨¦s de 232 d¨ªas en manos del comando terrorista que le reten¨ªa desde el 11 de noviembre de 1996, cuando fue secuestrado a la salida de la empresa Eys Consulting, en el Parque Tecnol¨®gico de. Zamudio (Vizcaya). La familia Delclaux llevaba esper¨¢ndole desde mediados de mayo, unos d¨ªas m¨¢s de angustia que ETA hab¨ªa sumado al cautiverio tras haber recibido dos tercios del rescate de 1.500 millones de pesetas.La espera se hab¨ªa hecho doblemente interminable. Los padres de Cosme, Carmen Zubir¨ªa y ?lvaro Delclaux, y su novia, Adriana Aguirre, de pie en, la puerta del domicilio familiar en Las Arenas (Getxo), a¨²n tuvieron que aguantar unos segundos m¨¢s para compartir un abrazo que se antoj¨® corto. Era s¨®lo el primero. Faltaban 20 minutos para las seis de la ma?ana y Cosme Delclaux volv¨ªa por fin a casa para saborear la libertad en familia. Terminaba as¨ª el cuarto secuestro m¨¢s largo de ETA.

Cosme Delclaux, de 34 a?os, parec¨ªa haberse sobrepuesto al aturdimiento con el que le encontr¨® la patrulla de la Ertzaintza (polic¨ªa vasca), a la 1.30 de la madrugada de ayer, maniatado con cinta aislante a un ¨¢rbol en el barrio Gazeta de la localidad vizca¨ªna de Elorrio, a escasos kil¨®metros de la nave industrial donde la Guardia Civil rescat¨® al funcionario de prisiones Jos¨¦ Antonio Ortega Lara. Los miembros del comando que reten¨ªa al abogado vizca¨ªno tuvieron que inyectarle dos dosis de sedantes antes de dejarle en el lugar donde fue encontrado por la polic¨ªa vasca, ya que la primera vez que se lo suministraron no le hizo efecto.

La noticia de la liberaci¨®n de Cosme Delclaux, tras el aviso de un comunicante an¨®nimo al diar¨ªo Egin a la 1:10 de la madrugada, corri¨® como la p¨®lvora. El rotativo abertzale avis¨® a la Asociaci¨®n Detente y Ayuda (DYA) de Guip¨²zcoa, ¨¦sta a la de Vizcaya y, finalmente, fue alertada la Ertzaintza. La furgoneta de la polic¨ªa vasca tard¨® a¨²n m¨¢s de cinco horas en trasladar al reci¨¦n liberado a su casa, la ¨²nica de la calle Doctor Santiago Zabala que ha mantenido los faroles de su puerta encendidos cada noche durante estos interminables meses.

Pago en dos tandas

La tensa espera de los ¨²ltimos tres fines de semana hab¨ªa diezmado la confianza puesta por la familia en una liberaci¨®n inmediata, tras el pago de 1.000 millones de pesetas en dos tandas.El ¨²ltimo pago se hizo efectivo a mediados de mayo, en una lonja de una localidad cercana a Bilbao. El dinero, en billetes de 5.000 pesetas colocados dentro de cajas con el logotipo de una firma papelera, pas¨® del maletero de un coche al de otro. La entrega la hizo una persona muy cercana a la familia y de toda confianza para los Delclaux. El primer pago, a principios de abril, se hab¨ªa hecho de un modo similar.

Tati Delclaux, el apodo con el que se conoce familiarmente a ?lvaro, padre de Cosme, hab¨ªa recuperado la esperanza en los ¨²ltimos d¨ªas, pero la ansiedad destroz¨® a su esposa, Carmen Zubir¨ªa, confiada en que la entrega de dos tercios del chantaje exigido a cambi¨® de la vida de su hijo se lo devolviera de inmediato. La estrategia habitual de ETA es otra. La familia de Jos¨¦ Mar¨ªa Aldaya tuvo que esperar dos meses desde que pag¨® a ETA la segunda parte del rescate del industrial de Hondarribia hasta que ¨¦ste recuper¨® la libertad. Los secuestradores aprovechan ese tiempo para abandonar el escondite y ponerse a salvo.

Hab¨ªan pasado meses de negociaciones desde que, dos o tres d¨ªas despu¨¦s de la desaparici¨®n de Cosme, el 11 de noviembre del pasado a?o, los Delclaux recibieran una prueba gr¨¢fica (le que estaba en poder de ETA, pese a que la banda tard¨® mes y medio m¨¢s hacer llegar las habituales fotograf¨ªas del secuestrado al diario Egin. Desde el principio hubo contactos entre ETA y los Delclaux para el pag¨® del rescate y la tensi¨®n de las negociaciones hizo abandonar al primero de los mediadores designado por la familia.

El peor momento lleg¨® el pasado mes de marzo. La organizaci¨®n terrorista envi¨® un sobre con dos balas nueve mil¨ªmetros parabellum y un ultim¨¢tum con la fecha de ejecuci¨®n del abogado si la familia no acced¨ªa al pago del rescate. Por primera vez, el presidente de Vidrala SA, la empresa de vidrios ubicada en LLodio (?lava) sinti¨® el abismo de la posibilidad de perder a su hijo. "Yo creo que es en ese momento cuando el padre de Cosme percibe que este ultim¨¢tum de ETA puede ser el ¨²ltimo", indica una de las personas conocedoras de los entresijos de la negociaci¨®n. Para Carmen Zubir¨ªa y para el resto de la familia, fue uno de los momentos clave de los contactos, un c¨²mulo de tortuosos vericuetos en donde el chantaje de los testaferros a sueldo de la organizaci¨®n terrorista obliga a la familia a aceptar la cifra de 1.500 millones de pesetas en tres pagos. La ¨²ltima parte deber¨¢ pagarse en los pr¨®ximos meses.

Diversas fuentes conocedoras de la negociaci¨®n aseguran que una parte del bot¨ªn que ya engorda las arcas de la organizaci¨®n terrorista procedi¨® de la realizaci¨®n de bienes patrimoniales de los Delclaux por medio de operaciones cruzadas y transferencias sucesivas. Familiares y amigos aportaron otro pellizco de la suma, la m¨¢s alta lograda por ETA en los 76 secuestros realizados por la banda en los ¨²ltimos 26 a?os. Alguno de los familiares record¨® con pena la p¨®liza de seguro antisecuestro que suscribi¨® en su d¨ªa el abuelo Isidoro, y que se dej¨® vencer.

La cara y la cruz

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, reconoci¨® ayer desde el cuartel de la Guardia Civil en Intxaurrondo una sensaci¨®n agridulce. "La organizaci¨®n hoy financieramente se ha nutrido de m¨¢s medios y, es evidente, que eso es una mala noticia para todos y todav¨ªa es muy dif¨ªcil prever, medir las consecuencias de ese cobro, pero son malas, seguro, no buenas", dijo. A eso hay que sumar el dinero obtenido a trav¨¦s del llamado impuesto revolucionario que ETA ha allega do en estos meses de secuestro: la situaci¨®n de Cosme Delclaux bastaba para forzar las voluntades de otros empresarios. Fue la cruz de una jornada en la que se dio la puntilla al doble secuestro.