"?D¨®nde est¨¢ el agua de Marte?"
Andrew Ingersoll -Andy para sus colegas de todo el mundo- es toda una instituci¨®n en la exploraci¨®n de los planetas. Fue el principal cient¨ªfico de las misiones Vogayer, que se pasearon por el sistema solar antes de abandonarlo, hace casi 10 a?os; est¨¢ metido de lleno en la misi¨®n Galileo, que actualmente estudia J¨²piter, y espera los primeros resultados de las sondas Mars Global Surveyor, (MGS) y Mars Pathfinder (MP), que van a llegar a Marte. "?D¨®nde est¨¢ ahora el agua de Marte? No lo sabemos", afirma este meteor¨®logo planetario en su despacho, lleno de im¨¢genes de J¨²piter, en el Instituto de Tecnolog¨ªa de California (Caltech, en Pasadena), donde se realiz¨® esta entrevista.Pregunta: ?Qu¨¦ nos falta de saber de la atm¨®sfera de Marte?
Respuesta: Tenemos muchas preguntas interesantes acerca de Marte. Yo estoy interesado en las tormentas de polvo y en la regulaci¨®n de la presi¨®n de la atm¨®sfera all¨ª. En atm¨®sferas delgadas, como la de Marte, la presi¨®n se controla por el suelo congelado. Hay di¨®xido de carbono en el suelo y en la atm¨®sfera -el principal constituyente-. A lo largo del a?o la presi¨®n atmosf¨¦rica sube y baja porque en invierno el di¨®xido de carbono se congela en el suelo; hay menos en la atm¨®sfera y la presi¨®n baja. En la Tierra es diferente porque tenemos m¨¢s nitr¨®geno y ox¨ªgeno que nunca se congelan en el suelo y nada cambia, al menos en tiempos humanos. Lo que yo quiero estudiar es la media de la presi¨®n atmosf¨¦rica en Marte.
P. ?Marte tiene estaciones anuales?
R. S¨ª. Los casquetes polares crecen y encogen, y observamos nubes form¨¢ndose en la atm¨®sfera.
P. ?C¨®mo puede estudiar esto con el MGS?
R. Tomaremos fotos de los casquetes polares y podremos ver c¨®mo aumentan en invierno y casi desaparecen en verano. Otro aspecto interesante de Marte para los meteor¨®logos son las tormentas de polvo. Son enormes, cubren todo el globo, duran mucho m¨¢s que en la Tierra y son muy ca¨®ticas, impredecibles: unos a?os hay tormentas globales y otros no. A los meteor¨®logos nos interesa saber qu¨¦ sistemas son predecibles y cu¨¢les no.
P. Tambi¨¦n Pathfinder tomar¨¢ datos de la atm¨®sfera de Marte durante su descenso.
R. S¨ª, todo es interesante, pero estoy poniendo m¨¢s dedicaci¨®n a la observaci¨®n de las estaciones y las tormentas de polvo, a ver si tenemos una.
P. ?Pueden los cient¨ªficos profundizar en el conocimiento del clima de la Tierra estudiando el de Marte?
R. Siempre puedes aprender algo, pero esa no es la principal raz¨®n para enviar sondas a Marte. Pero es interesante estudiar otros climas del sistema solar, porque nos puede ayudar a comprender la evoluci¨®n de la atm¨®sfera terrestre en tiempos de escala geol¨®gica.
P. Pero la evoluci¨®n del clima de Marte parece muy distinto del de la Tierra.
R. Hay algunas evidencias de qu¨¦ es lo que ha podido ocurrir en Marte. Es un mundo muy fr¨ªo, congelado, pero las fotograf¨ªas muestran cauces secos. No hay r¨ªos de agua ahora all¨ª, pero es obvio que ha fluido en el pasado por esos cauces y ha erosionado la superficie. ?D¨®nde est¨¢ ahora el agua? ?Helada en la superficie? Es un gran misterio porque nuestro conocimiento del Sol indica que era m¨¢s fr¨ªo en los primeros tiempos y que gradualmente se ha ha ido calentando. Entonces, cuando el Sol era m¨¢s d¨¦bil, Marte ten¨ªa agua l¨ªquida y ahora es un desierto helado.
P. Usted tambi¨¦n est¨¢ volcado en la investigaci¨®n de J¨²piter. ?Qu¨¦ ha aprendido con la nave Galileo?
R. Lo primero fue la sonda suicida de la Galileo, que entr¨® en J¨²piter en diciembre de 1995. Nos plante¨¢bamos dos preguntas: una acerca de los vientos y otra acerca del agua. La cuesti¨®n era averiguar qu¨¦ pasa bajo la capa superior de nubes en J¨²piter, la capa que vemos movi¨¦ndose, con tormentas que duran 300 a?os, como la gran mancha roja que ya se vio con los primeros telescopios en los tiempos de Galileo.
No hay un planeta s¨®lido debajo; podr¨ªa haber un n¨²cleo muy peque?o en J¨²piter, pero no m¨¢s de un 10% del radio: el resto es gas y ese gas puede estar movi¨¦ndose. Pues bien, la sonda suicida lleg¨® a mayor profundidad de lo que alcanza el Sol, a una zona de oscuridad donde la radiaci¨®n solar no penetra para conducir la meteorolog¨ªa. La sonda encontr¨® dentro vientos, y m¨¢s fuertes que en la superficie. Esto es muy importante, y fue una sopresa porque nos hab¨ªamos planteado dos hip¨®tesis: que los vientos fueran cero o que se mantuvieran constantes, y result¨® lo imprevisto: que son m¨¢s fuertes que en la capa superficial.
P. ?Tiene una explicaci¨®n para esto?
R. Todav¨ªa no. Pero nos indica que tenemos que pensar en la meteorolog¨ªa del interior de J¨²piter, que no basta con la de la superficie.
P. ?Y respecto al problema del agua?
R. Tenemos un problema y una sorpresa. J¨²piter debe tener la misma composici¨®n que el Sol (hidr¨®geno, helio y ox¨ªgeno), por la propia formaci¨®n del sistema solar. El Sol est¨¢ demasiado caliente para que el hidr¨®geno y el ox¨ªgeno se combinen formando agua, pero J¨²piter est¨¢ fr¨ªo. As¨ª que esper¨¢bamos que en ese planeta hubiera una cierta cantidad de agua, menos de un 1%, pero con un gran efecto sobre la meteorolog¨ªa. Pues bien, la sonda suicida encontr¨® entre el 10% y el 20% de lo esperado. La respuesta podr¨ªa ser cosmoqu¨ªmica (relacionada con la propia formaci¨®n del sistema solar y la composici¨®n de J¨²piter) o meteorol¨®gica.
P. ?Entonces?
R. Entonces los cosm¨®logos nos dijeron: "Habr¨¢ puntos calientes en J¨²piter, es vuestro problema". Como meteor¨®logo estoy intentando averiguar de qu¨¦ modo la atm¨®sfera de J¨²piter puede tener esas manchas calientes y profundas; tal vez la sonda entr¨® en una de ellas.
P. ?Pueden ayudar a solucionar el problema los datos tomados durante los impactos del cometa Shoemaker Levy en J¨²piter, que en cierto modo fueron como sondas naturales?
R. Exacto. He trabajado mucho en ello. No detectamos mucho ox¨ªgeno, que significa agua, cuando cayeron los fragmentos del cometa; as¨ª que se podr¨ªa decir que J¨²piter es un planeta seco. Otra explicaci¨®n es que los fragmentos explotaron en la atm¨®sfera superior de J¨²piter, que no profundizaron mucho.
P. ?Y la sonda Galileo, que est¨¢ ahora en el entorno de J¨²piter?
R. Con el espectr¨®metro de la NASA Galileo se pueden medir trozos peque?os de la superficie de J¨²piter, y hemos descubierto que la presencia de agua all¨ª var¨ªa en un factor cien entre un sitio y otro. ?Ah! Esto puede explicar lo que sucedi¨® con la sonda suicida: entr¨® en un lugar muy seco. En esto estamos ahora.
P. ?Que supone que la Galileo sea capaz de tomar datos in situ durante un tiempo prolongado?
R. El problema es que la nave tiene un fallo, la antena principal no se despleg¨® completamente y obtenemos una d¨¦cima parte de los datos que esper¨¢bamos lograr. Yo era uno de los principales usuarios de la misi¨®n, porque ¨ªbamos a tomar muchas im¨¢genes y con ellas hacer una pel¨ªcula de las nubes en movimiento en la atm¨®sfera de J¨²piter. Con la antena estropeada no se pueden recuperar muchas im¨¢genes. De todas formas hemos descubierto tormentas individuales en J¨²piter, tormentas con aparato el¨¦ctrico que cambian muy r¨¢pidamente.
P. ?Est¨¢ tambi¨¦n relacionado con la misi¨®n Huygens-Cassini, que parte dentro de poco hacia Saturno?
R. S¨ª, los experimentos son similares a los de Galileo, pero lleva una sonda de descenso, Huygens, que caer¨¢ sobre Tit¨¢n. Saturno es similar a J¨²piter, pero con diferencias interesantes: hay vientos tres veces m¨¢s fuertes en Saturno, y esto es sorprendente porque est¨¢ m¨¢s lejos del Sol y eso significa menos energ¨ªa. Me gustar¨ªa averiguar la causa.
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