"Madrid genera tantas sensaciones como la India"
Mandala son cuatro a?os de ejercicio frente al ordenador para ce?ir en 24 horas dos viajes inici¨¢ticos, dos periplos subterr¨¢neos que parten con destino a las entra?as. Uno, por la India, que resucita en forma de recuerdo, y otro por el metro de Madrid justo cuando la protagonista teme que su vida se haga trizas en un traspi¨¦ laboral. As¨ª debuta el libro que le ha dado a Pepa Roma el XII Premio Andaluc¨ªa de Novela y el empuj¨®n para apostar por el riesgo de vivir de, la escritura. Nacida en L¨¦rida hace 44 a?os, largo tiempo residente en Barcelona, con dos vueltas al mundo en su pasaporte y muchos viajes m¨¢s. Como corresponsal de televisi¨®n y prensa escrita, ha presenciado el emerger de muchas democracias; de la espa?ola fue, conscientemente, bastante m¨¢s que un testigo. No ha hecho la mili pero ha vivido dos guerras muy de cerca, la del Golfo y el conflicto Ir¨¢n-Irak. Como Ana, la protagonista de su libro a la que no niega parecerse un poco, ha vivido la utop¨ªa y sufrido el desencanto. Y, como ella, vive en esta ciudad, la quiere a su manera y disfruta de la cara menos tosca de un Madrid, amable hasta el cosquilleo.Pregunta. ?La India y el metro de Madrid pueden parecerse?
Respuesta. Podr¨ªan ser dos viajes paralelos que en el libro se concentran en 24. horas. La India es el pasado de la protagonista, Madrid es el present¨¦ minuto a minuto. Esta ciudad, la intensidad con la que suceden todas las cosas ayuda a conseguir esa sensaci¨®n de inmediatez.
P. ?Cu¨¢l es el eje?
R. La perplejidad ante el fin de siglo. Es la historia de una generaci¨®n que en el fondo nos ata?e a todos. La utop¨ªa que se vivi¨® al final de los a?os sesenta y el pragmatismo desde la muerte de Franco a la crisis del socialismo tras las elecciones de 1993.
P. Dice usted que Madrid es una ciudad que genera muchas sensaciones.
R. Tantas como puede tener la India. En Madrid las cosas se precipitan. De pronto, todo se te puede echar encima, como si vivi¨¦ramos siempre al borde de la existencia. Es tal la intensidad vital la pasi¨®n, que aqu¨ª suceden cosas que no se pueden ver- en ninguna otra ciudad de Espa?a. Madrid es igual que un gran bazar.
P. ?Hay en su novela cierto pesisismo con vistas al fin de siglo?
R. No, me remito de nuevo a la perplejidad. Todos atravesamos un camino derrumbado, lo mismo un chico de 20 a?os que un se?or de 70 que haya vivido la guerra civil. Pero en el libro hay un pasaje que me encanta, es la descripci¨®n de esas lluvias que cada a?o lo arrasan todo y la gente apacible lo vuelve a levantar poco a poco. Cuando se derrumba una cosa, el ser humano crea otra con su capa cidad de amar, de so?ar y de querer justicia.
Mandala. Editorial Alfaguara. 2.700, pesetas.
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