Ves¨ªcula
Estaba intentando concentrarme en la escritura de un cuento circular cuando son¨® el tel¨¦fono y una mujer pregunt¨® si me hab¨ªan quitado hace poco la ves¨ªcula. Dije que s¨ª, claro, porque era la verdad. Entonces, la que hablaba se identific¨® y supe que se trataba de una novia de mi juventud que hab¨ªa devenido en pat¨®loga. "Imag¨ªnate la gracia que me hizo cuando vi la etiqueta con tu nombre adherida a la v¨ªscera", dijo; "las vueltas que da la vida, ?no? Habr¨ªa pagado cualquier precio por tener tu coraz¨®n' y anos mas tarde me, env¨ªan gratuitamente tu ves¨ªcula". "?C¨®mo te ha llegado?", pregunt¨¦. "Como me llegan todas, en una especie de tartera refrigerada, con una nota del cirujano pidi¨¦ndome q e la analice".Mientras hablaba, entr¨¦ la niebla de mi memoria se iba abriendo paso el rostro de la pat¨®loga con 20 a?os menos de los que tendr¨ªa ahora. Nos hab¨ªamos hecho novios al poco de que muriera Franco y hab¨ªamos roto despu¨¦s de que ganara las primeras elecciones Adolfo Su¨¢rez. A trav¨¦s de nuestra descomposici¨®n sentimental se podr¨ªa haber contado la miseria de aquella ¨¦poca mucho mejor que con los recursos metodol¨®gicos de la historia. Y para quien aspirara a un sobresaliente, all¨ª estaba aquella ves¨ªcula con un bulto cuyo diagn¨®stico depend¨ªa de mi pasado pol¨ªtico. No era una situaci¨®n agradable; la pat¨®loga respiraba venganza.
Me resist¨ª a preguntar por mi tumor, pero ella me contest¨® de todos modos. "No me gusta su aspecto", dijo, "me recuerda el de mi estado de ¨¢nimo cuando rompimos". "Esto no est¨¢ nada bien", le implor¨¦; "despu¨¦s de todo p4rece que sobreviviste". "No te imaginas en qu¨¦ condiciones", respondi¨® antes de colgar. Por supuesto, no he recogido los an¨¢lisis del mismo modo que no he le¨ªdo nada sobre estos '20 a?os: hay cosas que se notan en la cara.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.