Los extremistas protestantes exigen el abandono de las negociaciones en el Ulster
El triunfo de los sectores moderados dentro de la protestante Orden de Orange puede ser ef¨ªmero. Pocas horas despu¨¦s de tomar la hist¨®rica decisi¨®n de desconvocar o desviar cuatro desfiles conflictivos previstos para hoy en ¨¢reas cat¨®licas de Irlanda del Norte, el ala radical orangista contratac¨® pidiendo indignada a los unionistas que abandonen las conversaciones de paz. La demanda cay¨® como un jarro de agua fr¨ªa en la renacida esperanza de que el gesto de buena voluntad protestante pudiera encontrar una respuesta positiva en el IRA, de cuyo alto el fuego depende la inclusi¨®n del Sinn Feinn, el partido que les representa en la esfera pol¨ªtica, en la mesa negociadora.
La revuelta de los sectores extremistas s¨®lo tendr¨¢ consistencia si el mayoritario Partido Unionista del Ulster (PUU) - atiende la llamada del l¨ªder radical lan Paisley de formar un bloque compacto fuera de la mesa donde se desarrollan las negociones multipartidistas. Tanto la Gran Logia de Belfast, de la que ha partido el llamamiento, como Paisley, l¨ªder del Partido Democr¨¢tico Unionista (PDU),han visto con desagrado la decisi¨®n de las autoridades orangistas de desviar las marchas. y desconvocar el pol¨¦mico desfile a trav¨¦s de Ormeau Road, un ¨¢rea cat¨®lica al sur de Belfast. A juicio de la Logia de Belfast, la suspensi¨®n del desfile ha sido una decisi¨®n obligada ante la escasa protecci¨®n policial ofrecida por el Gobierno.David Trimble, l¨ªder del PUU, se mostr¨® cauteloso respecto a la oferta de abandonar la mesa negociadora sobre el futuro de Irlanda del Norte. Una propuesta que, dijo, "es necesario examinar con atenci¨®n". Horas antes, Trimble, contrariamente a muchos de sus colegas unionistas, se hab¨ªa negado a criticar la medida de la Orden de Orange de desconvocar o desviar sus marchas de hoy ante la amenaza de nuevos disturbios.
La decisi¨®n fue alabada por Londres y Dubl¨ªn, que han tenido un papel destacado en las conversaciones celebradas con vistas a evitar una repetic¨ª¨®n de los incidentes de comienzos de semana, cuando Londres autoriz¨® un desfile protestante en Portadown y con ello provoc¨® una oleada de violencia en toda la provincia. Gerry Adams, l¨ªder del Sinn Feinn, dijo que el gesto orangista da "un respiro" a la tensa situaci¨®n del Ulster. Por su parte, la ministra para Irlanda del Norte, Marjorie Mowlam, que tras la decisi¨®n de Portadown recib¨ª¨® un aluvi¨®n de cr¨ªticas del sector nacionalista cat¨®lico, vio reivindicada su actitud y se sinti¨® con fuerzas como para reclamar del IRA un nuevo alto el fuego.
"Completa traici¨®n"
El talante. conciliador del nuevo responsable de la Orden de Orange, Robert Saulters, y los buenos oficios del ex presidente del PUU James Molyneaux fueron decisivos, al parecer, para llegar al acuerdo de suspender el desfile de Ormeau Road, y desviar a una poblaci¨®n pr¨®xima la conflictiva marcha prevista por el nacionalista Bogside de la ciudad de Derry. No obstante, un sector del unionismo, encabezado por Paisley, pero en el que tambi¨¦n figura el influyente lider del Partido Unionista del Reino Unido, Robert McCartney, critic¨® la decisi¨®n de la orden califibandola de "completa y total traici¨®n". Joel Patton, otro radical orangista l¨ªder de una corriente denominada Esp¨ªritu de Drumcree -en memoria de la iglesia del mismo nombre donde el a?o pasado miles de protestantes desafiaron la decisi¨®n del Gobierno de prohibir el desfile hasta Portadown- augur¨® graves consecuencias a una decisi¨®n que "deja los orangistas profundamente desmoralizados" . La situaci¨®n en Irlanda del Norte entra s¨ª en una nueva fase de incertidumbre cuando empezaban a saborearse las mieles de un primer signo de concordia en una de las m¨¢s agrias disputas que, dividen en estos momentos a las comunidades "cat¨®lica y protestante: la de los desfiles conmemorativos de la batalla de Boyne, el 12 de julio de 1690, cuando Guillermo de Orange derrot¨® al rey cat¨®lico James II y sentenci¨® el futuro de Irlanda. Desde su fundaci¨®n hace 200 a?os, la Orden de Orange, integrada s¨®lo por hombres protestantes y con estrechos v¨ªnculos con el unionismo, ha venido encamando el m¨¢s radical fervor brit¨¢nico en el Ulster. Pero su presencia es particularmente notoria a lo largo de julio, cuando se organizan m¨¢s de 2.000 marchas en toda la provincia, en las que los orangistas desfilan en medio de la hostilidad de los cat¨®licos. Los intentos de conciliar posturas se han visto coronados hasta ahora por sonoros fracasos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.