Albright viaja a Rusia para informar sobre la ampliaci¨®n
Madeleine Albright, la secretaria de Estado norteamericana, lleg¨® ayer a San Petersburgo para mantener dos rondas de conversaciones -una el mismo s¨¢bado y otra hoy- con su colega ruso, Yevgueni Primakov. Albright, adem¨¢s de informar a Primakov sobre la pasada cumbre de la OTAN en Madrid, discutir¨¢ temas de reducci¨®n de armamentos en la antigua capital del imperio ruso. La secretaria de Estado viajar¨¢ hoy a Lituania, para tratar las perspectivas, este oto?o, de firmar una Carta de relaciones especiales entre EE UU y Vilna o entre EE UU y los tres pa¨ªses b¨¢lticos que antes formaban parte de la URSS (Estonia, Letonia y Lituania). Este era tambi¨¦n el tema central de la visita que ayer hizo el presidente norteamericano, Bill Clinton, a Dinamarca, el pa¨ªs convertido en baluarte de la causa b¨¢ltica ante sus colegas occidentales.Albright abre la serie de viajes que ministros de Exteriores de pa¨ªses miembros de la OTAN realizar¨¢n a Rusia en los pr¨®ximos d¨ªas. El lunes y martes estar¨¢ en Mosc¨² el brit¨¢nico Robin Cook, mientras que el alem¨¢n Klaus Kinkel llegar¨¢ a la capital rusa pasado ma?ana. Tanto Albright como sus colegas europeos reafirmar¨¢n el deseo de la OTAN de mejorar sus relaciones con el Kremlin en los marcos del Acta Fundacional firmada a fines de mayo en Par¨ªs.
Como se sabe, Rusia, aunque suscribi¨® ese acuerdo con la OTAN, se ha opuesto a la ampliaci¨®n de la Alianza. Primakov calific¨® hace unos d¨ªas la invitaci¨®n hecha por la OTAN en Madrid a la Rep¨²blica Checa, Hungr¨ªa y Polonia de "el mayor error cometido en Europa desde el fin de la II Guerra Mundial". Los temas militares que la jefa de la diplomacia norteamericana discutir¨¢ en San Petersburgo son al menos dos: la revisi¨®n del tratado de limitaci¨®n de las armas convencionales en Europa, firmado en 1990, y el tratado START-2 de reducci¨®n de armas nucleares estrat¨¦gicas. La ratificaci¨®n del START-2 por parte de la Duma Estatal rusa ser¨¢ un proceso dif¨ªcil y largo. Muchos de los diputados est¨¢n en contra del tratado.
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