La Biblioteca Nacional trabaja para mostrar al p¨²blico sus piezas m¨¢s conocidas
La mayor parte de los fondos de la Biblioteca Nacional no son libros, sino una gran variedad de piezas agrupadas en 25 departamentos que van desde grabados, fotograf¨ªas y diarios a folletos, carteles, discos, archivos de ordenador o rollos de pianola. Se tra¨ªa de material muy poco conocido por el p¨²blico porque, entre otras cosas, hasta el momento no ha sido muy c¨®modo el acceso a ¨¦l. La direcci¨®n de esta instituci¨®n trabaja ahora en la catalogaci¨®n y reorganizaci¨®n de, estos fondos para que los usuarios de la biblioteca puedan manejarlos f¨¢cilmente. De momento, no hay fecha para la conclusi¨®n de esta labor, como tampoco un presupuesto espec¨ªfico para ese fin.
Un dato curioso de la biblioteca Nacional: del medio mill¨®n de piezas que entra en ella cada a?o, s¨®lo 50.000 (el 10%) son libros. Carteles, cromos, mapas, tebeos, discos, tarjetas, dibujos, material multimedia, v¨ªdeos, retratos, partituras, publicidad, programas de ordenador y otros objetos forman el resto de las piezas que se apilan en los 180 kil¨®metros de estanter¨ªas con que cuenta esta instituci¨®n. Son objetos muy poco conocidos por el p¨²blico.Por eso ¨²ltimamente en la Bililoteca Nacional se trabaja en la recuperaci¨®n de los fondos "que no han sido tratados como se merec¨ªan", seg¨²n expone la direcci¨®n del centro. Para ello, 140 funcionarios acultativos de esta instituci¨®n se esmeran en la catalogaci¨®n y reorganizaci¨®n de m¨¢s de nueve millones de objetos, adem¨¢s de los libros.
La clave est¨¢, en dos palabras: dep¨®sito legal. Y es que todo trabajo impreso de venta al p¨²blico est¨¢ obligado a aportar un n¨²mero determinado de copias a la Biblioteca Nacional (tres en el caso de libros). ?sta tiene el deber de custodiar, guardar y no desprenderse de ninguna. Aunque se trate del v¨ªdeo de la boda de una pareja an¨®nima que encarg¨® el reportaje de su casamiento a una firma legal dedicada a estos documentos. Hasta ese tipo de ejemplares guarda esta instituci¨®n.
"Pretendemos dar a estas piezas m¨¢s populares el trato que se da al resto de los fondos, a los libros. Es un proyecto organizativo que se enmarca dentro la filosof¨ªa de dar a todo el material el tratamiento adecuado para que el p¨²blico pueda acceder a ¨¦l. Y no s¨®lo ocuparnos de lo que la gente entiende que tiene una biblioteca", expone Julio Mart¨ªnez Mesanza, asesor de la direcci¨®n de la Biblioteca.
La Biblioteca Nacional, adem¨¢s de custodiar algo m¨¢s de cinco millones de libros, guarda la mayor videoteca de Espa?a (por n¨²mero de t¨ªtulos) y tiene la mejor colecci¨®n de partituras del pa¨ªs.
Pianolas
Tambi¨¦n cobija numerosas piezas para coleccionistas, como rollos de pianolas o publicidad de principio de siglo. "Muchas veces ni los propios especialistas saben que est¨¢ esto aqu¨ª", comenta Mart¨ªnez Mesanza. "Son documentos muy valiosos para estudiar determinadas ¨¦pocas", a?ade.Uno de los departamentos que hay en el edificio del paseo de Recoletos se llama Efimera. En ¨¦l se guardan cosas tan pintorescas como felicitaciones, etiquetas de botellas de ron de principio de siglo o recordatorios. "Mar¨ªa Aurora Gall tiene el gusto de invitarles a una fiesta infantil", reza en una de estas tarjetas.
Una espesa bruma envuelve una pareja de enamorados estilo a?os veinte que desean felicidad. Hay recordatorios, esquelas o invitaciones, impresas todas entre 1850 y 1950. Ya se est¨¢ trabajando con todo este material (90.145 piezas) para una gran muestra que se celebrar¨¢ en 1999.
Todas las postales que se venden en los quioscos de Espa?a est¨¢n en la Biblioteca. Y la discograf¨ªa de Julio Iglesias. O cualquiera de las colecciones que se editan en v¨ªdeo para aprender ingl¨¦s, adem¨¢s de todos los t¨ªtulos espa?oles que se publican en este tipo de soporte. Hay un mill¨®n de fotograf¨ªas, juegos de ordenador o manuscritos de Lope de Vega, Calder¨®n, Garc¨ªa Lorca o Machado.
El departamento de v¨ªdeos se trasladar¨¢ en octubre a unas dependencias en las que el p¨²blico pueda visionar c¨®modamente el material. Se ha habilitado tambi¨¦n una zona para mirar las 300.000 partituras de m¨²sica.
La catalogaci¨®n de los rollos de pianola (es una de las mejores colecciones del pa¨ªs) a¨²n no est¨¢ terminada, pero ya tiene asignado su espacio. Adem¨¢s, guarda este centro dos pianolas, un fon¨®grafo y dos gram¨®fonos (alguno de finales del siglo pasado) para poder manejar todos estos documentos.
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