?Torero!

Ese ep¨ªteto admirativo de Torero, que tantas veces se regala gratuitamente, incluso a quienes ejercen actividades que nada tienen que ver con la tauromaquia, ayer se aplic¨® con toda justicia y entusiasta unanimidad. Fue a C¨¦sar Rinc¨®n, el gran maestro colombiano, que volvi¨® a estar realmente heroico con un toro nada f¨¢cil de alcurruc¨¦n, al que plant¨® cara y desenga?¨® con indudable m¨¦rito, valor y torer¨ªa. El toro ped¨ªa una muleta que le sometiese y asumiese riesgos. La encontr¨® en Rinc¨®n, que le administr¨® una prodigiosa serie con la diestra en los medios, ligando los muletazos, citando, de lejos y con la mano muy baja. Otra serie igual y el toro se le raj¨®, refugi¨¢ndose en tablas. Pues all¨ª tambi¨¦n lo tore¨® Rinc¨®n admirablemente con la zurda y remat¨® el muleteo con unos toreros ayudados por bajo. Era faena de dos orejas, pero1a espada se le neg¨®. Tres pinchazos y cuatro descabellos. La impresi¨®n de la faena fue tan grande que la vuelta al ruedo result¨® verdaderamente triunfal, esmaltada por los gritos de ?Torero, Torero!En su primero, Rinc¨®n se encontr¨® con una res con molesto gazapeo, mostrando gran voluntad y hasta rob¨¢ndole algunos muletados de m¨¦rito. La corrida comenz¨® a torcerse por la poca presencia del segundo de la tarde, justamente protestado. Barrera, que se presentaba como matador de toros, tuvo el m¨¦rito de sobreponerse a las protestas y hacer una bonita y quieta faena, que estrope¨® con la espada y el descabello. El quinto mostr¨® poder en varas, pero lleg¨® con problemas a la muleta de un Barrera no especialmente decidido.

Jos¨¦ Tom¨¢s tore¨® muy de verdad y dio algunos muletazos preciosos en sus dos toros. Sin embargo, esos terrenos comprometidos que pisa no son siempre los apropiados, sobre todo si los toros que tiene delante necesitan mayor respiro. Tuvo un mal lote, pero estuvo decidido, toreando muy bien con el capote y muleteando casi siempre en los medios. Caus¨® una buena impresi¨®n.