Dolor en el entierro de Miguel Angel Blanco
En medio del silencio, mientras los empleados introduc¨ªan, en el nicho el f¨¦retro de Miguel Angel, su madre gimi¨®: "?Ay, no! ?Ay, cari?o m¨ªo". A su lado, el pr¨ªncipe Felipe, el presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Adolfo Su¨¢rez, Leopoldo Calvo Sotelo y Felipe Gonz¨¢lez, as¨ª como una multitud llegada hasta Ermua de otras muchas poblaciones del Pa¨ªs Vasco.La comitiva f¨²nebre recorri¨® ayer a pie, bajo una fina lluvia, los dos kil¨®metros en pendiente que separan la iglesia de Santiago Ap¨®stol del cementerio de Ermua. Durante todo el tiempo, los vecinos aplaud¨ªan y gritaban las consignas acu?adas la v¨ªspera: "Miguel, Miguel... !", "HB, lo tienes que pagar" y "Basta ya, queremos paz".
El cortejo atraves¨® las calles cuajadas de s¨¢banas blancas con crespones negros. La ¨²nica nota discordante era una ikurri?a con una leyenda provocadora: "Los presos, a Euskadi. Pegar duro hasta conseguirlo".
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