El FBI se moviliza para capturar a un 'chapero' de lujo como asesino de Versace
La polic¨ªa descarta a la Mafia y atribuye a Andrew Cunanan otros cuatro cr¨ªmenes
ENVIADO ESPECIALLa de ayer fue una de esas jornadas que explican esta locura de ciudad que se llama Miami. La polic¨ªa local y el FBI lanzaban una masiva caza al hombre en busca de Andrew Cunanan, un chapero de lujo y asesino en serie sospechoso de haber matado a Gianni Versace; los amigos, admiradores y familiares del dise?ador italiano se concentraban entristecidos frente a su palacete de Miami Beach; los negocios, el veraneo y la fiesta segu¨ªan como si nada en la metr¨®polis de Florida. Todo al mismo tiempo, junto y revuelto, a un ritmo disparatado.
No fue la Mafia, sino otro fen¨®meno criminal t¨ªpicamente norteamericano: el asesino en serie. Esa es la explicaci¨®n del asesinato de Versace que manejan desde la noche del martes la polic¨ªa de Miami Beach y el FBI. Los investigadores le han puesto nombre y rostro, aunque no motivo, al joven que se acerc¨® por detr¨¢s a Versace cuando estaba abriendo la verja de su palacete en Ocean Drive y le dispar¨® dos tiros en la nuca. Se llama Andrew Cunanan y es un chapero (prostituto) de lujo de 27 a?os.Cunanan, seg¨²n los investigadores, segu¨ªa ayer por Miami o sus alrededores, por lo que, de paisano o de uniforme, cientos de agentes buscaban sus huellas en apartamentos de alquiler, pensiones y hoteles, aparcamientos de autom¨®viles y clubes de homosexuales. La numerosa comunidad gay de Miami a?ad¨ªa el acoso policial al trauma de la muerte de Gianni Versace y la angustia por la presencia en los alrededores del asesino en serie.
De pelo bien cortado, cejas espesas y bien perfiladas, gafas de dise?o reciente y rostro agradable, Cunanan ya figuraba antes del asesinato del dise?ador italiano en la lista de las 10 personas m¨¢s buscadas por el FBI. Se le atribu¨ªan las muertes de un ingeniero y de un arquitecto de Minneapolis, un empresario inmobiliario de Chicago y un celador del cementerio de Pennsville (Nueva Jersey). Cunanan habr¨ªa utilizado en esos cr¨ªmenes, cometidos durante la pasada primavera en tres diferentes Estados, un cuchillo, un martillo y una pistola del calibre 45.
El FBI, que sospechaba que Cunanan estaba en Palm Beach, lo vincul¨® a la muerte de Versace porque un testigo ocular del crimen sigui¨® al asesino hasta un aparcamiento. El asesino se cambi¨® all¨ª de ropa -la que llevaba estaba te?ida por la sangre del dise?ador- en una camioneta roja Chevy. Tras apercibirse de la presencia del testigo y amenazarle con una pistola, huy¨® a pie. La camioneta roja era la robada al celador de cementerio de Pennsville.
Homosexual
?Conoc¨ªa Versace al sospechoso? Los investigadores no conoc¨ªan ayer la respuesta a esa pregunta, o no quer¨ªan facilitarla. Se limitaban a se?alar que Cunanan se ceba en homosexuales y que el dise?ador italiano lo era. Cunanan, seg¨²n contaban, es el cuarto hijo de una familia acomodada de California, hizo estudios superiores y se le tiene por alguien culto, educado y sensible.Flores y cirios marcaban ayer el lugar -las escaleras que dan acceso a la verja de entrada- donde cay¨® abatido Gianni Versace el martes por la ma?ana, cuando regresaba de desayunar, leer un peri¨®dico italiano y comprar cuatro revistas norteamericanas en el cercano News Cafe. Sin embargo, seg¨²n declar¨® a Efe Toni Puche, gerente del establecimiento, el martes el dise?ador no desayun¨® en el local como era su costumbre. Puche dijo que Versace sol¨ªa desayunar en la terraza pan tostado con tomate y zumo de naranja pero que anteayer no lo hizo. Tambi¨¦n afirm¨® que ¨²nicamente hab¨ªa comprado en el local un peri¨®dico italiano.
Violencia
Cientos de personas desfilaban ayer, curiosas o emocionadas, por los alrededores de la casa de Versace, ante las c¨¢maras de una treintena de cadenas de televisi¨®n de todo el mundo. "Quiero comprender, pero no puedo, no puedo", dijo Fred Pajares, empleado de una boutique de Versace, mientras lloraba abrazado a su novio. "Es horrible, Miami estaba logrando deshacerse de la imagen de sitio violento y ahora este crimen espantoso nos hunde de nuevo", dijo Edith Garc¨ªa, empleada de un restaurante pr¨®ximo, depositando unas flores en los escalones del n¨²mero 1116 de Ocean Drive, a¨²n tintados de sangre.Gracias a la presencia de ricos y famosos como Versace, Madonna, Sylvester Stallone, Gloria Estefan y Julio Iglesias, Miami casi hab¨ªa hecho olvidar que 10 turistas extranjeros fueron asesinados en 1992 y 1993 en diferentes lugares de Florida y que, el pasado ano, un visitante holand¨¦s fue acribillado a tiros en una calle de Miami cuando se par¨® a preguntar una direcci¨®n.
En las cadenas de televisi¨®n locales se informaba que, seg¨²n una encuesta oficial, Florida es el segundo Estado m¨¢s peligroso de EE UU despu¨¦s de Nevada. El m¨¢s peligroso, pero tambi¨¦n el m¨¢s festivo y uno de los m¨¢s din¨¢micos econ¨®micamente. La playa de Miami estaba ayer repleta de gente; en las oficinas del centro de la ciudad ard¨ªan los tel¨¦fonos y los ordenadores y los empleados de los locales de Ocean Drive se preparaban para la juerga monumental de la noche.
En la noche del martes al mi¨¦rcoles, con la sangre de Versace a¨²n caliente en las escaleras de entrada de su casa, fue cosa digna de ver c¨®mo espesas columnas de damas y caballeros, chicos y chicas, bronceados y con ropas cortas y ajustadas, iban con grandes risas, como si nada hubiera ocurrido all¨ª, de uno a otro de los locales de Ocean Drive.
Los hermanos del dise?ador, Donatella y Santos, llegaron ayer a primera hora de la ma?ana a Miami procedentes de Roma y se dirigieron inmediatamente a la casa de Versace. Entraron en ella precipitadamente, por una puerta lateral. Los agentes de seguridad les protegieron con paraguas para evitar que fueran fotografiados. Ambos ya dijeron poco despu¨¦s de producirse el asesinato de su hermano que no har¨ªan declaraciones p¨²blicas. Seg¨²n algunos medios locales de Miami, los hermanos de Versace viajar¨¢n hoy con sus cenizas a Mil¨¢n.
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