El l¨ªder hist¨®rico del FIS expresa su deseo de que cese la violencia en Argelia

"Vamos a hacer todo lo posible para salir de esta situaci¨®n. Nosotros deseamos lo mejor para el pa¨ªs". Abasi Madani, l¨ªder hist¨®rico del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS), no quiso ser m¨¢s expl¨ªcito ayer. La mezquita Kabul, del barrio capitalino de Belcourt, estaba a rebosar, con centenares de fieles llegados para cumplir el rezo del dohr. Madani no llam¨® a una tregua, ni a deponer las armas. S¨®lo manifest¨® su deseo de que termine la ola de violencia que arrasa a Argelia y que se ha cobrado desde 1992 al menos 60.000 v¨ªctimas.

"No puedo hacer nada por ahora hasta no tener m¨¢s informaci¨®n sobre lo que ocurre. No quiero que mi llamamiento caiga en el vac¨ªo", explic¨® a los periodistas que vinieron a entrevistarle.A su salida de prisi¨®n, donde ha pasado los cinco ¨²ltimos a?os, el l¨ªder islamista se ha encontrado ante un movimiento fragmentado y disperso, del que desconoce partes esenciales. Muchos de los dirigentes de los a?os ochenta han muerto; unos en operaciones antiterroristas de los servicios de seguridad, otros por represalias de movimientos rivales. Los nuevos cuadros han crecido fuera de su tutela. El FIS s¨®lo mantiene su cord¨®n umbilical con el Ej¨¦rcito Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (EIS).

Desde que el poder argelino descabezara la direcci¨®n del FIS en 1992, ha habido numerosos cambios en los puestos dirigentes del movimiento. Madani ha pedido tiempo para contactar las diferentes instancias de la nebulosa islamista. "Es dif¨ªcil saber qui¨¦n es el lobo y qui¨¦nes son las ovejas", explic¨®. Ayer mismo, pocos minutos despu¨¦s de que se pronunciara por el cese de la violencia, se reun¨ªa con el n¨²mero tres del FIS, Abdelkader Hachani, liberado hace d¨ªas, y con algunos de sus principales lugartenientes. Madani parece decidido a poner orden en las filas islamistas, pero se muestra muy cauto a la hora de hacer los primeros movimientos.

Madani dice ignorar d¨®nde se encuentra encarcelado el n¨²mero dos del movimiento, Al¨ª Benhadj, condenado a 12 a?os de prisi¨®n en 1992 junto a otros cinco dirigentes, todos liberados desde entonces. Tampoco ha querido pronunciarse sobre los rumores acerca de su muerte en prisi¨®n, recogidos por un autorizado rotativo del Golfo, Asharw Al Awsat.