"Aspiro a cenar arroz a la cubana"
Cuando se ha vivido una hora con ¨¦l, todo estorba: catal¨¢n, tremendamente joven, escribe, filma ¨¦l mismo, actor de tomo y lomo y m¨¢s, en el filme La buena estrella, de Ricardo Franco, triunfante estos d¨ªas en las pantallas, dice lo que tiene que decir. Pues s¨ª, muy bien... Me quedo con ¨¦l.Pregunta. ?Se siente rid¨ªculo como actor?
Respuesta. ?Qu¨¦ hijo de, p...
P. ?Es m¨¢s actor un actor o un periodista?
R. Un pol¨ªtico.
P. ?Le gusta follar o hacer el amor?
R. Como dec¨ªan en El exorcista, cada cosa a su tiempo.
P. ?Es posible resistir, de principio a fin, una obra de Shakespeare sin dormirse?
R. Una pregunta genial merece una respuesta genial.
P. "El problema vasco es un problema pol¨ªtico que tiene m¨¢s de cien a?os y hay que solucionarlo antes de fin de siglo". ?Sabe qui¨¦n dijo esto?
R. No s¨¦ qu¨¦ responder.
P. Fue ?lvarez Cascos hace pocos meses; pero, bueno, otra cosa: ?hay algo m¨¢s excitante que saber mirar?
R. Saber sacar conclusiones.
P. Si un d¨ªa descubre la f¨®rmula para saber perder el tiempo, ?la patentar¨¢?
R. Tratar¨¦ de no olvidar c¨®mo llegu¨¦ a ese punto.
P. ?Conoce alguna profesi¨®n m¨¢s tr¨¢gica que la de los pol¨ªticos?
R. ?Esta entrevista la leen muchos pol¨ªticos?
P. Los pol¨ªticos no leen, puede desahogarse.
R. ?Se desahoga usted o yo?
P. "El az¨²car es la vida", dice un eslogan oficial. ?Qu¨¦ no es la vida?
R. Es usted tan desordenado como matem¨¢ticamente genial.
P. ?Quiere responder otra cosa?
R. A lo mejor.
P. Hace no mucho tiempo, durante el velatorio de una se?ora en su domicilio, el marido pas¨® toda la noche haciendo el amor, en la habitaci¨®n contigua, con su cu?ada, la hermana de la muerta. ?Eso qu¨¦ es?
R. Es un cara dura.
P. ?Sabe todo lo que hay que tener en cuenta para saber comprar un electrodom¨¦stico?
R. ?Sabe usted una cosa?
P. ?Qu¨¦?
R. Me identifico con sus preguntas.
P. ?Cu¨¢nto mide su ambici¨®n?
R. De la A a la N de esa palabra
P. ?Qu¨¦ papel hubiese interpretado mejor el otro d¨ªa: el de un etarra que dispara en la nuca, el de M. ?. Blanco o el de an¨®nimo en una manifestaci¨®n?
R. El tercero.
P. ?Para qu¨¦ le es m¨¢s ¨²til la inteligencia?
R. Para saber distinguir.
P. ?Por qu¨¦ es tan inteligente contestando?
R. Por las preguntas.
P. No, no, no vale.
R. ?Es la puta verdad!
P. Cuando le presentan a una mujer, ?la besa siempre?
R. La miro, la beso y nunca me acuerdo c¨®mo se llama.
P. ?Se, ha suicidado ya por amor?
R. S¨ª, pero contin¨²o viviendo.
P. ?Es m¨¢s importante la salud o la muerte
R. Una cosa lleva la otra.
P. Usted act¨²a, escribe tambi¨¦n y realiza pel¨ªculas: ?qu¨¦ diablos hace usted en la vida?
R. Buscar una patente.
P. ?Tiene alg¨²n secreto para excitar a las mujeres?
R. Escucharlas.
P. ?Qu¨¦ le parece m¨¢s de destacar: la mujer que no se lava o el hombre que no sabe leer ni escribir?
R. Hay que educar a la gente.
P. ?Qu¨¦ es el Tercer Mundo?
R. Mundo s¨®lo hay uno; el otro a¨²n no lo conozco.
P. Si para pasear placenteramente al atardecer le dan los tel¨¦fonos de Isabel la Cat¨®lica, de Agustina de Arag¨®n y de Juana de Arco, ?c¨®mo saldr¨ªa del trance?
R. Llamando a Juana la Loca.
P. Orson Welles desayunaba a diario ostras con champa?a: ?a qu¨¦ aspira usted?.
R. Aspiro a cenar arroz a la cubana.
P. ?Qu¨¦ es el amor?
R. Un dolor que se puede hacer menos insufrible.
P. ?Qu¨¦ es la vida?
R. Algo parecido al amor.
P. ?Qu¨¦ es la patria chica?
R. ?Por qu¨¦ todo lo importante es femenino?
P. ?Por qu¨¦ los sabios se empe?an en saber de d¨®nde venimos y ad¨®nde vamos?
R. El hombre siempre quiere saber lo que no sabe.
P. ?Y cuando lo sabe?
R. A otra cosa, mariposa.
P. Imagine que el p¨²blico, al final de esta funci¨®n, le aplaude y grita ?bravo!: ?se despide adecuadamente?
R. Ha sido un honor, caballero hidalgo...
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