Arafat declara el estado de emergencia y ordena la detenci¨®n de extremistas isl¨¢micos

El presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, conden¨® el atentado de Jerusal¨¦n, proclam¨® el estado de emergencia en las zonas palestinas y orden¨® "la detenci¨®n de miembros de grupos extremistas, incluidos Ham¨¢s y la Yihad Isl¨¢mica". El comunicado oficial, que recalcaba que "las detenciones ya estaban en marcha", mostraba los esfuerzos de Arafat para evitar convertirse en una de las principales v¨ªctimas del atentado, seg¨²n se asegura en c¨ªrculos diplom¨¢ticos. "Condeno sin paliativos este acto terrorista porque va contra el proceso de paz, los palestinos y los israel¨ªes", declar¨® Arafat.

"Haremos lo posible para atajar estas acciones terroristas, como hemos hecho en el pasado y seguiremos haciendo en el futuro". Las palabras del l¨ªder palestino trataban de salir al paso de las permanentes acusaciones del Gobierno israel¨ª, que le responsabilizan de dar protecci¨®n a los extremistas radicales. El atentado llega en un momento especialmente dif¨ªcil para Arafat, blanco tambi¨¦n de las iras de algunos de sus propios ministros, implicados, seg¨²n se ha descubierto ahora, en supuestas corrupciones o malversaciones de al menos el 40% de los presupuestos nacionales.La noticia del atentado de Jerusal¨¦n lleg¨® ayer a la sede del Consejo Nacional Palestino cuando ¨¦ste se encontraba reunido en Ramala, bajo la presidencia de Yasir Arafat. El Consejo discut¨ªa un reciente informe elaborado por un comit¨¦ del Parlamento sobre supuestas corrupciones de su propio Gobierno. En el informe se reclama la dimisi¨®n de todo el Gabinete, el procesamiento del ministro de Asuntos Civiles, Yamil al Tarifi, por supuesta corrupci¨®n y abuso de poder, y la investigaci¨®n en profundidad de otros dos ministros: el de Transportes, Al¨ª Qawasmed, y el de Planificaci¨®n, Nabil Shaath.

Las acusaciones de corrupci¨®n contra el Gobierno palestino, difundidas hace dos d¨ªas por la radio estatal israel¨ª, se confirmaron y ratificaron en la ma?ana de ayer, cuando la prensa local de Jerusal¨¦n public¨® algunos detalles minuciosos. Nabil Shaat, encargado del proceso de paz, habr¨ªa estado pagando la electricidad y el tel¨¦fono de su casa con fondos gubernamentales de una caja negra.

Pero Shaat, que asegura que se trata de una sarta de mentiras, es quien sale mejor parado del informe, sobre todo si se compara su caso con el de el ministro Tarifi, de Asuntos Civiles, acusado de haber importado ilegalmente 4.300 veh¨ªculos, con el pretexto de que estaban destinados para la Administraci¨®n, pero que ¨¦l se- encarg¨® de vender. El informe tambi¨¦n se?ala que utiliz¨® su cargo para persuadir a la Administraci¨®n israel¨ª para que concediera a su hijo el monopolio de la exportaci¨®n de cemento a Jordania.

Otro cargo importante implicado en el fraude es el citado ministro Qawasmed, al que se acusa de haber recibido sobornos a cambio de licencias de determinados veh¨ªculos. En este mismo paquete de fraude se incluye el ministro de Informaci¨®n y Cultura, Yasir Abed Rabbo, de quien afirma que utiliz¨® 7.500 d¨®lares (1.170.000 pesetas) de fondos oficiales para instalar la calefacci¨®n de su casa.

"La culpa es del presidente Arafat", asegur¨® el ministro de Agricultura, Jawad Saleh, refiri¨¦ndose a la falta de control ejercido por el jefe de la autoridad palestina sobre los miembros de su Gabinete.

Incumplimiento de Oslo

Pero Arafat se ve obligado no s¨®lo a hacer frente de las cr¨ªticas vertidas por algunos de los ministros, sino tambi¨¦n por las proferidas por las autoridades israel¨ªes, que le acusan de no combatir el terrorismo y de haber dejado que se infiltraran en su polic¨ªa algunos responsables que han dado apoyo y protecci¨®n a los activistas, incumpli¨¦ndose as¨ª los acuerdos de Oslo.Las autoridades israel¨ªes responsabilizan a Arafat en persona de la liberaci¨®n, por ejemplo, de uno de los dirigentes extremistas de Ham¨¢s, Ibrahim Maqadma, al que se le imputa estar implica do en el atentado perpetrado en marzo pasado contra un caf¨¦ de Tel Aviv, en el que murieron tres personas y resultaron heridas otras 48. Seg¨²n las autoridades israel¨ªes, las sospechas quedaron claras a mediados de julio, cuan do tropas israel¨ªes detuvieron a tres polic¨ªas palestinos implica dos en un ataque a un asentamiento jud¨ªo.