Horrenda provocaci¨®n

EL HORRENDO atentado palestino de ayer en un mercado de Jerusal¨¦n ha abierto una herida de extrema gravedad en el proceso de paz, justo cuando comenzaba levemente a recuperarse. Este parece el principal objetivo de. los terroristas suicidas. Por ello, lo inteligente -aunque pol¨ªticamente muy dif¨ªcil- ser¨ªa que ni el Gobierno de Netanyahu ni la Autoridad Nacional Palestina que preside Yasir, Arafat cedieran a provocaci¨®n tan expl¨ªcita. La comunidad internacional debe forzarles a no perder la cordura. Pero el atentado requiere una respuesta contundente de Arafat. El l¨ªder palestino no controla a los palestinos m¨¢s extremistas. Por otro lado, su situaci¨®n no es muy fuerte en este momento, ya que los casos de corrupci¨®n de su Gobierno se multiplican hasta el punto de que el Parlamento palestino le ha pedido que destituya a todos sus ministros y procese al titular de Asuntos Civiles.No le falta raz¨®n al primer ministro israel¨ª al exigir de nuevo a Arafat eficacia contra el terrorismo de un sector de su pueblo. Tampoco hay que olvidar que en la v¨ªspera del salvaje atentado de Jerusal¨¦n un soldado israel¨ª mat¨® a un palestino que acababa de herir a un militar de un navajazo. Arafat est¨¢ obligado, m¨¢s all¨¢ de su condena verbal al atentado de ayer, a demostrar m¨¢s que nunca su autoridad, aunque resulte muy dif¨ªcil controlar actos terroristas suicidas, reflejo de un conflicto que desborda el ¨¢mbito de lo pol¨ªtico.

Para avanzar en el proceso de pacificaci¨®n es necesario recuperar en su plenitud el principio de "paz por territorios" que presidi¨® los acuerdos de Oslo de 1993. En un doble sentido: que Israel se muestre verdaderamente dispuesto a ceder territorios ocupados, de modo que haga factible la creaci¨®n de un futuro Estado palestino, y que la paz no se limite a un concepto abstracto, sino que incluya la seguridad y la tranquilidad para las gentes de esas tierras. Netanyahu debe asumir que no puede llevar a los palestinos a la desesperaci¨®n. Su intransigencia ha cerrado muchos horizontes.

Para reiniciar el mil veces saboteado proceso de paz han sido necesarios intensos esfuerzos internacionales, incluidos los de la Uni¨®n Europea y su mediador, el espa?ol Miguel ?ngel Moratinos, que conserva una capacidad de interlocuci¨®n con ambas partes que ahora puede ser m¨¢s. ¨²til que nunca. Las presiones internacionales a dar sus frutos, las dos partes volv¨ªan a hablar de temas concretos y el Gobierno de Israel hab¨ªa tenido un gesto amistoso al parar la construcci¨®n del en¨¦simo asentamiento en Jerusal¨¦n este. Netanyahu, sin embargo, hab¨ªa hecho circular nuevos planes que pretend¨ªan reabrir los acuerdos de Oslo, reduciendo el territorio palestino. Incluso hab¨ªa lanzado la inviable oferta de negociar ya el estatuto final.

Los intentos de mediaci¨®n no pueden cejar, pero deben incluir obligatoriamente una mayor ayuda a los palestinos para combatir el terrorismo. Desde fuera, la diplomacia debe ser sutil para no dar bazas a quienes desde el bando israel¨ª -Netanyahu incluido- pretenden descarrilar el proceso de paz. Estados Unidos -pese a que su mediador, Dennis Ross, retras¨® ayer el viaje que ten¨ªa previsto a la zona-, la UE y Jordania reaccionaron en este sentido. De otro modo, los terroristas que ayer se lanzaron contra las gentes inocentes en el mercado callejero de Jerusal¨¦n habr¨¢n logrado su objetivo.