Por dinero y glor¨ªa
Atenas 97 comienza hoy con una bolsa de 1.000 millones de pesetas en premios para los atletas
Las marcas, las estrellas, el dinero, la televisi¨®n y la publicidad. Con estas premisas innegables, los Mundiales de atletismo comienzan hoy en Atenas con el empe?o de consagrarse como el tercer gran espect¨¢culo del deporte, siempre en la misma direcci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos y la Copa del Mundo de f¨²tbol. M¨¢s que nunca, el dinero es la primera referencia de la m¨¢xima competici¨®n del atletismo, cuyo nacimiento en Heisinki 83 cambi¨® las coordenadas de un deporte que hasta entonces se hab¨ªa movido bajo el hip¨®crita r¨¦gimen del amateurismo. Por primera vez, los tres primeros de cada prueba cobrar¨¢n en met¨¢lico -los campeones percibir¨¢n nueve millones de pesetas-, y tambi¨¦n por vez primera participar¨¢n atletas invitados por la organizaci¨®n, como el estadounidense Michael Johnson.
Los Mundiales del dinero se ponen hoy en marcha con una ceremonia inaugural en el estadio Panathinaikos, el viejo escenario que acogi¨® los primeros Juegos Ol¨ªmpicos de la era moderna en 1896. La voz de Montscrrat Caball¨¦ y la m¨²sica de Vangelis, dar¨¢n paso, ya ma?ana, a las competiciones en el nuevo estadio Ol¨ªmpico, construido en 1982.La sexta edici¨®n de la cita mas importante de atletismo, con r¨¦cord de pa¨ªses participantes (200 y unos 2.000 atletas), podr¨¢ volver a tener estrellas y haza?as, pero lo m¨¢s importante ser¨¢ que por primera vez sus ¨¦xitos estar¨¢n generosamente pagados. Ya no ser¨¢n Mercedes, sino directamente cheques en d¨®lares. Los premios, que ya son mo eda habitual en el primer deporte olimpico, salvo dentro de los Juegos, supondr¨¢n un salto sustancial.
Hace 30 a?os, la IAAF abort¨® el intento de Mike McCormack y un buen grupo de atletas de introducir el profesionalismo. Pero la llegada de Primo Nebiolo al poder de la Federaci¨®n Internacional acab¨® con la hipocres¨ªa del amateurismo. Lo hizo precisamente con la creaci¨®n de los Mundiales. Desde Helsinki 83, el atletismo se ha dirigido sin remedio hacia la comercializaci¨®n m¨¢s absoluta. Atenas 97 supone otro paso en este sentido, con un cierto aire derrochador, pues la ciudad va a pasar el examen final de sus aspiraciones m¨¢ximas: conseguir el pr¨®ximo 5 de septiembre, en Lausana, la sede de los Juegos Ol¨ªmpicos del 2004 ante Roma, Buenos Aires, Ciudad del Cabo y Est¨®colmo.
Casi 10 millones de pesetas (60.000 d¨®lares) para los vencedores; cerca de cinco para las medallas de plata (30.000) y m¨¢s de tres para las de bronce (20.000) ser¨¢n todo un acicate adem¨¢s de la gloria. La propina por un r¨¦cord del mundo sobrepasar¨¢ los 15 millones de pesetas (100.000 d¨®lares), aunque ¨¦stos los pagar¨¢n directamente dos de los patrocinadores oficiales. Habr¨¢ incluso una variante: el bot¨ªn en las cuatro pruebas de relevos, m¨¢s de 12 millones (80.000 d¨®lares) a repartir entre los cuatro vencedores y el suplente; para los segundos equipos habr¨¢ el equivalente al oro individual y para los terceros el de la plata.
Primo Nebiolo, el presidente de la Federaci¨®n Internacional de Atletismo (IAAF), est¨¢ llevando el negocio a sus m¨¢s altas metas. Para recoger hay que sembrar y como s¨®lo dando espect¨¢culo se generan nuevos ingresos, parece muy l¨®gico premiar cada vez m¨¢s a los protagonistas del circo para que se esmeren. La IA-AF, con cinco Mundiales a cuestas, ya era una empresa pr¨®spera gracias a los patrocinadores y los derechos de televisi¨®n, pero m¨¢s a¨²n al decidir el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional darle la mayor¨ªa de beneficios de los Juegos desde el a?o pasado.
La lucha de Nebiolo era justa, porque el atletismo es la gran atracci¨®n ol¨ªmpica, y el presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, encontr¨® la soluci¨®n para tener contento a su principal aliado, en lugar de convertirlo en peligroso enemigo. Aunque todas las federaciones ol¨ªmpicas se repartieron por igua los 56 millones de d¨®lares de televisi¨®n (a 2,1 cada una), el COI a?adi¨® una parte de los 32 procedentes de la comercializaci¨®n, calculada en funci¨®n del impacto de cada federaci¨®n sobre el mercado audiovisual. De esa forma, los deportes se dividieron en cuatro categor¨ªas y el atletismo, naturalmente, qued¨® solo y destacado en cabeza con un total de 6,5 millones de d¨®lares, casi el triple que los cinco siguientes: f¨²tbol, baloncesto, gimnasia, nataci¨®n y voleibol, cada uno con 2,5.
Dinero no iba ya a faltar nunca para seguir a lo grande. De hecho, en el Grand Prix el circuito de 18 reuniones de la IAAF, se reparten ya premios de 50.000, 30.000 y 20.000 d¨®lares a los vencedores finales por prueba y nada menos que 200.000, 100.000 y 50.000 m¨¢s a los que sumen m¨¢s puntos de todos ellos. Y en esa l¨ªnea ya imparable que pretende a toda costa la participaci¨®n de los mejores atletas y los m¨¢s populares, de que est¨¦n presentes los mejores, Nebiolo ha podido incluso hacer lo que no pudo Samaranch cuando intent¨® invitar sin ¨¦xito a Sebastian Coe, que no se hab¨ªa clasificado para los Juegos de Se¨²l 88. El presidente de la IAAF ha repescado a los campeones de la edici¨®n anterior en Gotemburgo 95, lesionados en el momento de las pruebas de clasificaci¨®n de sus pa¨ªses. De esta manera, podr¨¢n intervenir Michael johnson o Gail Devers, que romper¨¢n la severa tradici¨®n del atletismo norteamericano, que s¨®lo permite la participaci¨®n en los Mundiales y en los Juegos Ol¨ªmpicos a los tres primeros clasificados de los trials. Por sus respectivas lesiones, Johnson y Devers no consiguieron un puesto en el equipo. Ahora han entrado en el equipo Nebiolo, en busca de la gloria y el dinero.
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