Maestros de pensar
En una universidad privada -Alfonso X se llama- echan a 12 profesores: dicen que eran impuntuales, vicio que no ha sido jam¨¢s penado en la ense?anza espa?ola, y ellos responden que la causa es que suspenden a demasiados alumnos. Se ponen de parte de los que acusan a la ense?anza privada de regalar aprobados a cambio de matr¨ªculas. Cuando yo era estudiante, hubiese pagado para que echasen a los profesores que suspend¨ªan. Creo que todos pens¨¢bamos lo mismo. Pero est¨¢bamos seguros de que no eran justos: no pod¨ªan suspender por no saber al alumno que ellos deber¨ªan haber ense?ado: se suspend¨ªan a s¨ª mismos. No hay nada m¨¢s grave para un ni?o que una injusticia; sobre todo, si la acompa?a la brutalidad. O la burla que practican muchos profesores de la rama ir¨®nica, los que ridiculizan al alumno ante sus compa?eros o ante el p¨²blico que asiste al examen. Yo guardo un recuerdo imborrable de un catedr¨¢tico de matem¨¢ticas que me suspendi¨® cuando me preguntaba un tema de fondos p¨²blicos y comenz¨® su exposici¨®n suponiendo que yo iba a la Bolsa a... "?Sabe usted d¨®nde est¨¢ la Bolsa?". No, no lo sab¨ªa. A los 12 a?os no se suele saber d¨®nde est¨¢ la Bolsa. Pronunci¨® entonces un discursete Am¨®s Sabr¨¢s -as¨ª se llamaba: aristocracia republicana, creo que pariente de los Sempr¨²n; diputado socialista- explicando c¨®mo la Rep¨²blica se perder¨ªa por tener ciudadanos como yo. Luego me dijeron que la Rep¨²blica se perder¨ªa por la "huelga del fr¨ªo" que cont¨¦ otro d¨ªa. Como, en efecto, se perdi¨®, no he perdido del todo la culpabilidad de haber sido quien la hundi¨®. No s¨¦ si la incapacidad de algunos de mis hijos por aprender ciertas falsedades que se ense?aban en el "florido pensil" franquista, sobre todo en materias de historia, filosof¨ªa, religi¨®n, contribuy¨® a la ca¨ªda del r¨¦gimen: menos mal. Quiz¨¢ los de ahora est¨¦n contribuyendo a que se desvele, por fin, la falsedad y la falacia de nuestra democracia, o de su estilillo personal: ya lo ha denunciado Saramago en un curso. Dicen que todav¨ªa es comunista. Hace bien: no va a abandonar a su antiguo partido en la desdicha y en el miedo, y no va a ser el sistema democr¨¢tico el que cambie su filosof¨ªa. Y su econom¨ªa.
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