Oposici¨®n de la Iglesia anglicana a un nuevo matrimonio del pr¨ªncipe Carlos

Negros nubarrones se a?adieron ayer al horizonte sentimental del heredero de la Corona brit¨¢nica tras la severa advertencia del arzobispo de Canterbury de que su romance con Camilla Parker Bowles no s¨®lo no cuenta con la bendici¨®n de la Iglesia anglicana sino que, de desembocar en matrimonio, plantear¨ªa "una grave crisis". El pr¨ªncipe Carlos opt¨® ayer por mantenerse al margen de la controversia que reabre el azaroso cap¨ªtulo de las relaciones personales dentro de la Casa Real. No hubo por lo tanto ninguna reacci¨®n oficial al dictamen del arzobispo George Carey.

Carlos, cuya intenci¨®n de preparar el terreno para una posible uni¨®n con su amada, qued¨® ilustrada con la suntuosa fiesta de cumplea?os que ofreci¨® a Camilla en su mansi¨®n rural de Highgrove el mes pasado, que da, al menos t¨¦cnicamente, impedido de casarse de nuevo y reconstruir su ideal matrimonial tras el estrepitoso divorcio de Diana. A pesar del silencio oficial, anoche trascendi¨® que tanto Carlos como Camilla est¨¢n furiosos con el jefe de la Iglesia anlicana. Carey se encarg¨® de destruir el sue?o de Carlos con un breve pero dilapidante comentario que hizo cuando un periodista le pregunt¨® en Sidney, Australia, si cre¨ªa que Camilla Parker Bowles ser¨ªa una buena reina de Inglaterra. Carey fue primero cuidadoso. "El pr¨ªncipe Carlos ha dicho en varias ocasiones que no tiene intenci¨®n de casarse otra vez. Por ello lo del matrimonio es bastante especulativo", dijo Carey incluso opin¨® que el ser divorciado no resta legitimidad a la ascendencia de Carlos al trono. Pero casarse de nuevo es otra cosa. "Casarse de nuevo plan tear¨ªa una crisis para la Iglesia. Esto es sabido", dijo Carey sin mencionar en ning¨²n momento ni el nombre de Camilla ni sugerir que Carlos ha expresado deseo en unirse en matrimonio con ella.Si Carlos tiene en efecto intenciones de contraer nupcias en el futuro, no ha expresado ¨¦stas ni en el m¨¢s ¨ªntimo c¨ªrculo de sus amigos. Fuentes cercanas a Carlos citadas por la prensa brit¨¢nica dijeron que si el pr¨ªncipe tiene nuevamente aspiraciones matrimoniales seguramente el primer paso que dar¨ªa ser¨ªa consultar a la familia real, al primer ministro y a la opini¨®n p¨²blica.

Los m¨¢s sagaces int¨¦rpretes de la din¨¢mica sentimental de la realeza parecen estar de acuerdo en que Carlos y Camilla tienen todo menos ganas de casarse. Ese mensaje, sin embargo, no parece haber llegado a la mayor parte de los brit¨¢nicos que sospechan una futura relaci¨®n m¨¢s s¨®lida. El principal problema para Carlos es el rechazo popular de Camilla, cuya imagen ha sufrido considerablemente tras conocerse el romance secreto que mantuvo con el pr¨ªncipe antes, durante y despu¨¦s de su matrimonio con Diana.

Para tranquilidad de muchos de los cr¨ªticos de Camilla, no existe ninguna evidencia de que Carlos est¨¦ pensando volver a casarse. Dos expertos constitucionales criticaron ayer las palabras de Carey como manifestaciones apresuradas y contraproducentes.

Defensa de Camilla

Lord Blake sali¨® incluso en defensa de la privacidad de Carlos y Camilla, afirmando que "lo que el arzobispo est¨¢ tratando de provocar en este momento me parece extraordinario".Para un gran n¨²mero de especialistas constitucionales y allegados a la Corona, Carlos va a ascender al trono sin una reina al lado. La idea que los brit¨¢nicos parecen aceptar es que Camilla, el d¨ªa que Carlos se ci?a la Corona podr¨ªa ser una consorte pero no necesariamente la mujer del rey y mucho menos la reina.

Antecedentes hist¨®ricos existen. Jorge I ascendi¨® al trono en 1714 y se divorci¨® de su mujer en medio de un gran esc¨¢ndalo. Sin enviudar, Jorge I distribuy¨® los beneficios de la realeza entre ambas pero jam¨¢s opt¨® por casarse de nuevo.