Bubka y el s¨¦ptimo milagro

Nadie ha subido m¨¢s alto en la historia del atletismo. Pero eso solamente podr¨ªa no ser suficiente para otorgarle el n¨²mero uno absoluto. Los r¨¦cords est¨¢n para ser batidos y las nuevas t¨¦cnicas o los modernos materiales ayudan sensiblemente a las mejoras. El caso del ucranio Serg¨¦i Bubka en el salto con p¨¦rtiga est¨¢ por encima de todo eso. Su superioridad sobre el resto de rivales de su ¨¦poca ha sido aplastante y ha batido todos los r¨¦cords con unas p¨¦rtigas que s¨®lo ¨¦l ha podido doblar para impulsarse. Ello ha supuesto que su calidad y sus logros han excedido con mucho a su tiempo.Est¨¢ en Atenas para conseguir su ¨²ltimo milagro. Su declive ha sido ya patente en la temporada y no es, ni de lejos, el favorito. Pero realmente ¨¦l ya ha conseguido el milagro, porque es el ¨²nico atleta que ha vencido en todas las ediciones disputadas de los Mundiales. Y a pesar de los a?os nadie ha subido tan alto como ¨¦l y tantas veces por encima de la m¨ªtica barrera de los seis metros.

"De peque?o me gustaba mucho subirme a los ¨¢rboles, a cualquier sitio. Un d¨ªa, con s¨®lo cuatro a?os, me ca¨ª de cabeza en un cubo lleno de agua y casi me ahogo. Pero no cog¨ª miedo y segu¨ª subi¨¦ndome a todos lados", ha dicho. A Serg¨¦i le vino incluso bien que su padre, un desp¨®tico sargento del ej¨¦rcito sovi¨¦tico, abandonara la familia cuando ¨¦l ten¨ªa 15 a?os. As¨ª pudo encaminarse en su gran pasi¨®n, el atletismo, pese a que debi¨® ayudar a su madre. Pero, al menos, tuvo libertad, sin las cortapisas que le pon¨ªa su padre, para convertirse en uno de los m¨¢s grandes atletas de la historia.

Bubka naci¨® el 4 de diciembre de 1963 en Voroshilovgrad, pero su carrera se forj¨® en Donetsk, adonde se fue a trabajar su entrenador y tambi¨¦n su hermano Vasilii, que se hab¨ªa aficionado al salto gracias a ¨¦l. Los frutos no tardaron en llegar. A los 18 a?os se proclam¨® ya campe¨®n mundial en la primera edici¨®n celebrada en Helsinki, en 1983. Ni ¨¦l mismo se lo esperaba, pero iba a ser el pistoletazo de salida de una carrera de r¨¦cords.

Al a?o siguiente, en 1984, perdi¨® posiblemente su primera ocasi¨®n de ser campe¨®n ol¨ªmpico en Los ?ngeles, por el boicoteo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y de los pa¨ªses de su ¨®rbita. En un concurso siempre existe la posibilidad de un fallo y Bubka, que ha empezado los concursos a alturas en que la mayor¨ªa de los rivales ya han terminado -en 5,70 metros, como m¨ªnimo-, ten¨ªa tanta superioridad que hubiese sido el m¨¢ximo favorito. Para confirmarlo, ese a?o 1984 bati¨® tres veces el r¨¦cord mundial de pista cubierta. En 1985 alcanz¨® la barrera m¨ªtica de los seis metros, y ya ha subido bajo techo a los 6,15.

Con 1,83 metros de estatura y 80 kilos de peso, nadie ha tenido su velocidad -10.20 segundos en 100 metros- ni su potencia para usar una p¨¦rtiga de 5,20 metros de largo, tan dura como la suya, de tetracloruro de boro, muy dif¨ªcil de doblar para conseguir la m¨¢xima impulsi¨®n.

Por esa dificultad, Bubka fall¨® en Barcelona 92, al hacer tres nulos en su primera altura, 5,75. El riesgo tambi¨¦n se paga. Y no ha batido todas las veces que ha querido sus r¨¦cords. Pero se ha quedado al borde de los 40 superados, cent¨ªmetro a cent¨ªmetro, lo que le ha supuesto unos 10 millones de pesetas por cada uno.