Demanda civil de una cat¨®lica contra su obispo por deshonra
El obispado de Roermond, el Tribunal Eclesi¨¢stico de la regi¨®n y en teor¨ªa la Iglesia cat¨®lica holandesa en pleno, tendr¨¢n que sentarse en el banquillo de los acusados. C. Heuvelsman, una mujer de 35 a?os, va a demandar ante la jurisdicci¨®n civil la rehabilitaci¨®n de su honor despu¨¦s de que la calificaran de "infantil y neur¨®tica" para lograr disolver sin su consentimiento su matrimonio religioso.Heuvelsman apenas estuvo casada tres meses. En 1991 cuando su ex marido decidi¨® contraer nuevas nupcias por la Iglesia, acudi¨® a las autoridades cat¨®licas para pedir la anulaci¨®n de su matrimonio. El Tribunal Eclesi¨¢stico de Roermond, solicit¨® a una psiquiatra -que habitualmente realiza informes de este tipo- que emitiera un dictamen sobre la situaci¨®n mental de la mujer. La experta, que se bas¨® en los informes facilitados por el propio obispado de la ciudad, dio una cuidadosa descripci¨®n de la esposa a la que nunca hab¨ªa visto. "Nos hallamos entre un caso de una mujer falta de inteligencia, infantil y neur¨®tica", sentenci¨® la doctora. Tambi¨¦n la tach¨® de egoc¨¦ntrica y de arrastrar desde la pubertad todo tipo de complejos "de orejas grandes y piernas gordas". El dictamen a?ad¨ªa que la mujer no mostraba ning¨²n tipo, de remordimientos por utilizar m¨¦todos anticonceptivos. Alguien con tantos desequilibrios mentales, seg¨²n la opini¨®n de la psiquiatra, "no estaba ni hab¨ªa estado nunca en condiciones de prestar consentimiento matrimonial". Los tribunales eclesi¨¢sticos declararon el v¨ªnculo anulado.
Cuando a?os despu¨¦s Heuvelsman tuvo conocimiento del informe y present¨® dos reclamaciones: una ante el Colegio de M¨¦dicos, por la falta de ¨¦tica de la psiquiatra y la otra ante la Iglesia cat¨®lica solicitando excusas y la restituci¨®n de su honor. La primera tuvo resultado el mes pasado con una sanci¨®n a la psiquiatra de poco m¨¢s de unas 150.000 pesetas, la segunda s¨®lo ha tenido como respuesta la callada. La mujer quiere obligar ahora a que le rehabiliten el nombre.
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