Garc¨ªa Gual incluye a Superman en su diccionario de mitos

Superman, una representaci¨®n que define como de "cart¨®n piedra levitante, que, en las ant¨ªpodas del tr¨¢gico mito de ?caro, por ejemplo, encarna muy bien la sensibilidad vulgar y banalizada de nuestros d¨ªas", es el mito m¨¢s reciente en el tiempo en el repertorio que el fil¨®logo Carlos Garc¨ªa Gual sacar¨¢ a la luz en septiembre en su Diccionario de figuras m¨ªticas (Planeta).

Arrancando de un arsenal de mitos griegos, mayoritarios en el texto, Garc¨ªa Gual hace un libre recorrido diacr¨®nico, incluyendo tambi¨¦n mitos como los de Fausto, Don Juan o Carmen, para detenerse en esa figura del olimpo de Hollywood. "Creo que es un h¨¦roe rampl¨®n y plastificado, hecho a la medida de las aspiraciones meramente instrumentales de nuestro tiempo", explica Garc¨ªa Gual.

"Su figura sobrevuela los campos de f¨²tbol, que son a la catarsis superficial propia de la sociedad de masas lo que el teatro a la catarsis ¨ªntima y profunda de la democracia ateniense", explica el catedr¨¢tico de filolog¨ªa.

Echando en falta una relaci¨®n m¨¢s armoniosa entre el individuo y la sociedad, a la manera griega., en que la ciudad era vivida como una prolongaci¨®n org¨¢nica del propio cuerpo, "y al ciudadano medio le eran inculcados valores aristocr¨¢ticos", Garc¨ªa Gual radica el problema en que "el Estado ya no encuentra rentable la mejora de los individuos, sino que le basta con abandonarlos, como a un excedente, a su propia suerte".

Antihero¨ªsmo

Por esta raz¨®n, Garc¨ªa Gual se muestra indulgente con el antihero¨ªsmo como mecanismo de defensa: "Un antih¨¦roe est¨¢ muy bien cuando con su gesto se burla de una sociedad que es, a su vez, antiheroica. Un p¨ªcaro nunca puede ser m¨¢s malo que la sociedad que le obliga a ser p¨ªcaro".Carlos Garc¨ªa Gual agrega que hay que enaltecer la figura de los sof¨ªstas, que eran, a su juicio, intelectuales "profundamente dem¨®cratas, cr¨ªticos y esc¨¦pticos", en las ant¨ªpodas de la mala prensa que les dio Plat¨®n. "Hoy, la salida f¨¢cil para el intelectual es refugiarse en el epicure¨ªsmo y el cinismo. El sofista, por contra, est¨¢ en la palestra con toda su bater¨ªa de criticismo sin interrupci¨®n", explica.

En opini¨®n del profesor y helenista, "hoy es imposible escapar al pensamiento fragmentario y a una cierta dosis de ingenio, pero otra cosa muy distinta es militar en ellos. Tarde o temprano, uno termina por toparse con la fragmentaci¨®n y la ingeniosidad, pero buscarlas a priori es un modo de cretinismo".

Garc¨ªa Gual rompe una lanza en favor del estudio de las humanidades y de la lectura de los cl¨¢sicos, que "es el ¨²nico mecanismo para escapar a las presiones del ambiente".