El problema

El problema del Pa¨ªs Vasco no es ETA, ni HB. ?stos, al fin y al cabo, son claros, tanto en sus objetivos como en sus m¨¦todos, y sus opositores al menos sabemos a qu¨¦ atenernos con ellos. El problema del Pa¨ªs Vasco son los l¨ªderes de los partidos pol¨ªticos (del Pa¨ªs Vasco y de todo el Estado, como se dice all¨ª para no decir Espa?a), incluyendo entre ellos a El Corte Ingl¨¦s y a la Iglesia, que son los ¨²nicos partidos con implantaci¨®n real en todas las comunidades del Estado.El problema del Pa¨ªs Vasco son esas manifestaciones que, desde hace ya muchos a?os, vienen haciendo personajes como Arzalluz, quien, como buen jesuita, durante el secuestro de Miguel ?ngel Blanco estaba corrigiendo ex¨¢menes, o Seti¨¦n, cuyo silencio en aquellos d¨ªas fue m¨¢s sonoro que el disparo en la nuca que le dieron, o Eguibar, quien oportunamente aclar¨® que Ortega Lara era m¨¢s que un carcelero, lo que justificar¨ªa que lo eligieran para pasarse 500 d¨ªas enterrado vivo. El problema del Pa¨ªs Vasco es Anguita, quien, con la oportunidad que lo caracteriza, ha empezado a dilucidar ahora si los jud¨ªos somos nosotros y los nazis los etarras, o al rev¨¦s. Interesant¨ªsimo debate conceptual al que enseguida se ha unido el Gobierno, quien se ha apresurado a aclarar que los jud¨ªos somos nosotros, cosa que personalmente me tranquiliza mucho.

Ni los acontecimientos del ¨²ltimo mes, ni el espect¨¢culo de ver a seis millones de personas en la calle diciendo que basta ya, ni los 800 muertos que ya van en esta guerra (sin contar a los de los GAL) les ha servido a esta gente para dejar de jugar al teto y, abandonando el miedo y sus picadillas, tomar una soluci¨®n. Lo que me lleva a pensar, como a muchos espa?oles del Estado, que a los que de verdad hay que aislar es a ellos, y no a Herri Batasuna, que, aunque solamente sea por la historia, ya lo est¨¢.