Londres rinde homenaje a 40 a?os de m¨²sica
Rod Stewart, Steve Winwood y Jon Bon Jovi, entre los artistas del concierto de Wembley
Love me tender, Superstition, Satisfaction, Natural Woman y otros grandes ¨¦xitos del pasado musical sonaron de nuevo en el macroconcierto Canciones y visiones, que reuni¨® ayer en Londres a una decena de artistas internacionales. Tras un tributo especial al rey del rock, el gran Elvis Presley, la velada culmin¨® con una versi¨®n conjunta de Hey jude en la que tambi¨¦n participaron las 70.000 personas que asistieron al estadio de Wembley. El montaje representa un nuevo tipo de espect¨¢culo: un macroconcierto audiovisual que identifica el ambiente social y pol¨ªtico del a?o en que se lanz¨® cada uno de los temas.
Sus promotores, Tribute, l¨ªderes del sector desde que organizaron el homenaje a Mandela en 1988, han contado en su nuevo experimento con la colaboraci¨®n de 10 artistas de altura internacional y un repertorio de 37 famosos temas. El abanico de fechas parte desde los a?os cincuenta, con la explosi¨®n art¨ªstica de Elvis, para llegar a los noventa con la irrupci¨®n de int¨¦rpretes como Seal, Tony Braxton y Mary J Blige, con quienes arranc¨® el plato fuerte de la velada de Wembley.Pronto les sigui¨® en el escenario Jon Bon Jovi, quien enlaz¨® su propio tema, Keep the faith, con el cl¨¢sico de los Rolling Stones, Sympathy for the devil. Previa a la presentaci¨®n de las canciones, una pantalla de v¨ªdeo daba fe de los acontecimientos que marcaron la d¨¦cada. El juicio de O. J. Simpson, el atentado de Oklahoma y, entre otras im¨¢genes, los violentos disturbios de Los ?ngeles se rememoraron anoche en Londres.
Los a?os noventa comenzaron, sin embargo, con una nota nost¨¢lgica extraordinaria: la liberaci¨®n de Mandela. Los titulares de prensa y la propia imagen de un jubiloso Mandela calaron hondo en el esp¨ªritu de la audiencia. Este momento culminante de la historia internacional y del concierto de Wembley se evoc¨® con Nothing compares 2 u, la canci¨®n que di¨® fama a Sin¨¦ad O'Connor y que interpretaron a duo Rod Stewart y Blige.
Seal y Steve Winwood colaboraron en Still haven't found what I'm lookinfor en un recordatorio del dominio mundial de U2 en los ochenta. Robert Palmer rescat¨® su Addicted to love, mientras que Chaka Khan y K. D. Lang recuperaron un tema de Police. Antes, la cantante de color celebr¨® la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn con su ¨¦xito de 1989, Ain't nobody, y Blige eligi¨® Another one bites the dust para llorar la muerte de John Lennon. Esta marcha atr¨¢s por el panorama musical olvid¨® la revoluci¨®n punk -tan s¨®lo se record¨® en im¨¢genes- y, en su lugar, Stewart cant¨® Tonight the night con una voz que apenas hizo justicia a su grabaci¨®n original de 1976. Por su parte, Lang ofreci¨® una rom¨¢ntica y marchosa versi¨®n de I will survive, el ¨¦xito de Gloria Gaynor. Ninguno de los int¨¦rpretes se atrevi¨® a tocar temas de Jimmy Hendrix de forma que este m¨ªtico guitarrista se record¨® con una menci¨®n sobre su muerte por sobredosis.
El Che, Martin Luther King, Eipstein, Muhammad Ali, Mao, J F Kennedy, la llegada del hombre a la Luna, el verano de amor y la guerra de Vietnam representaron en Wembley la d¨¦cada de los sesenta. Seal, Jovi y Palmer eligieron Like a rolling stone de Bod Dylan. Palmer cant¨® Satisfaction hasta que Khan, con una voz que se proyectaba hasta la estratosfera, recuper¨® la fuerza original de este ¨¦xito de los Rolling Stones. Y entre otras versiones de la ¨¦poca, Lang hizo una emotiva declaraci¨®n de amor a esta genial vocalista con quien recuper¨® All my loving de los Beatles.
La apoteosis lleg¨® con un especial recuerdo a Elvis. Las mujeres quedaron al margen del homenaje al rey del rock and roll. Elvis revivi¨® a trav¨¦s de siete canciones que interpretaron las voces masculinas de Canciones y visiones en calidad de solistas o en grupos. Luego, la decena de artistas, incluido el japon¨¦s Yazawa, que hizo un singular versi¨®n de Don't Be Cruel, se despidi¨® del p¨²blico con Hey jude.
Un repertorio con ausencias
Un espect¨¢culo sobre 40 a?os de ¨¦xitos discogr¨¢ficos rara vez dar¨¢ satisfacci¨®n a todo el mundo. Cada persona tiene sus temas favoritos al tiempo que los artistas disponibles limitan la selecci¨®n de cualquier repertorio. Se aprecian, sin embargo, algunas anomal¨ªas en el concierto de anoche: siete versiones de Elvis Presley, grabadas desde 1957 a 1962, pero ninguna de Chuck Berry, Little Richard o Jerry Lee Lewis.Canciones como All my loving y Hey jude apenas capturan esa aut¨¦ntica revoluci¨®n que los Beatles llevaron al sonido del pop durante toda la d¨¦cada de los sesenta. Entre 1966 y 1967, el campo de selecci¨®n se agiganta, pero el ¨¦xito ofrecido en Wembley Gimme Some Lovin, el tema que Winwood cant¨® por primera vez con Spencer Dav¨ªs Group, no hace justicia a un panorama musical tan rico.
En esos gloriosos a?os, The Beach Boys sacaron Good vibrations; The Beatles, Strawberry fields for ever; Jimmy Hendrix, Purple Haze; y, entre otros, The Doors lanzaron Light my fire.
Tonight is the night, de Rod Stewart, cubre el hueco de 1976, que, con otro cartel de int¨¦rpretes, deber¨ªa ocupar Anarchy in the UK, de los Sex Pistols. Al llegar a los noventa, el espect¨¢culo olvid¨® a Nirvana y Oasis, pero al menos evita la pesadilla de escuchar una versi¨®n de las Spice Girls. Durante el concierto, la imaginaci¨®n vol¨® hacia la visi¨®n de Prince cantando Good Golly Miss Molly, de Little Richard, o de Oasis interpretando I am the Walrus. El espect¨¢culo hubiera sido diferente y brindado posiblemente un sentimiento m¨¢s contempor¨¢neo que el vivido anoche en Londres.
Babelia
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